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La restauración de la antigua iglesia dedicada a San Francisco de Asís, en la ciudad de Atyrá, departamento de Cordillera, tenía plazo de culminación hasta 2023. Sin embargo, las obras pararon varias veces y se retrasaron 18 meses. Luego de reiteradas quejas, finalmente fueron habilitadas el 4 de octubre, día del protector de la comunidad.
Los trabajos tuvieron un costo de G. 4.000 millones, que fueron financiados por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). La empresa que fue adjudicada para realizar los trabajos es Grupo G - CON SA Grupo Constructor, y los pobladores expresaron sospechas de que se trataría de una empresa fantasma o de maletín.
En el portal electrónico de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) no figura nombre de la persona que representa la firma, aunque otras fuentes consultadas indican que son Alfredo Antonio Halley y Sonia Rojas de Halley.
La DNCP registra que la dirección de la oficina es AV. Eusebio Ayala 2294, Asunción - Paraguay. En la descripción de categorías declara que se dedica a la Construcción, Restauración, Reconstrucción o Remodelación y Reparación de Inmuebles.
Para sorpresa de los habitantes que concurren asiduamente a la iglesia, durante las últimas lluvias registradas se presentaron goteras en el renovado techo y las paredes se destiñeron por efecto de la humedad y posibles filtraciones del agua de lluvia, según las denuncias. Ante esto, los pobladores de la ciudad expresaron preocupación por la mala calidad de las obras.
Francisca Areco, integrante de la Comisión de Apoyo Ciudadano, manifestó que con las últimas lluvias saltó a la luz lo que la gente venía presumiendo sobre la triste situación de la iglesia. Con las precipitaciones, el templo presentó goteras y la indignación de los feligreses no se hizo esperar al ver la precariedad de la obra que costó una millonaria suma de dinero.
“Si lo iban a dejar así, mejor que no lo hubieran tocado. Si iban a hacer una obra tan miserable no hubieran tocado nuestro patrimonio”, dijo la pobladora.
Resaltó que los obreros se enfocaron más en la explanada, que se ve bien, pero que el problema principal era el maderamen, que ya estaba podrido y lleno de termitas.
La ciudadana también lamentó que el retablo haya sido alterado, pues ahora luce completamente diferente a lo que era. Dijo que su preocupación también está en que cuatro imágenes que estaban en el lugar no fueron devueltas.
“Nadie entiende por qué aún no colocaron estos santos. Hoy el retablo luce desteñido, como si fuera que lo limpiaron con algún producto que le quitó el color. “El retablo nunca estuvo dentro del presupuesto. Por lo que debieron protegerlo y no lo hicieron, esto es un sacrilegio”, expresó.
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Abandonados por las autoridades
Leo Olivella, poblador, manifestó que como ciudadanos se sienten abandonados por las autoridades eclesiales y municipales, pues los reclamos, que desde un principio hicieron, fueron ignorados.
Añadió que a medida que las obras avanzaban ya se veían la precariedad de los trabajos porque nada mejoraba. Y hoy se ve que no se hicieron las cosas como se debieron realizar.
“Pedimos a las autoridades competentes que intervengan y fiscalicen la iglesia porque si ahora con una simple lluvia hay goteras con una tormenta no sabemos lo que podría pasar”, puntualizó.
Ante la situación presentada, el intendente Juan Ramón Martínez (ANR) dijo que la Comisión de Apoyo Ciudadano está difundiendo fotografías antiguas de la iglesia, que tienen filtro y no corresponden a lo que hoy es el templo. También mencionó que el retablo nunca fue tocado como están diciendo. Además, dijo que hay fotos que prueban que durante todo el trabajo que se ejecutó se colocó una protección para evitar daños.
El jefe comunal afirmó que tampoco desaparecieron imágenes de santos, como divulgaron algunos pobladores, sino que solamente se tuvieron que sacar de la zona en el proceso de las obras para que no descompongan.
El párroco de la localidad, presbítero Felipe Martínez, prefirió no dar declaraciones con respecto a los cuestionamientos de la ciudadanía.
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Tratamos de comunicarnos con algún representante de Grupo G - CON SA Grupo Constructor, encargada de la obra de restauración del templo de Atyrá. Llamamos al número con terminación 941 que figura para contactos, pero nadie contestó. Estamos abiertos en caso de que deseen referirse al caso.