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San Francisco de Asís, nacido como Giovanni di Pietro di Bernardone en 1181 o 1182, fue un monje y predicador italiano que fundó la Orden Franciscana, la Orden de las Hermanas Clarisas y la Tercera Orden de San Francisco. Renunciando a la vida de riqueza que su familia le ofrecía, Francisco optó por una vida de pobreza, humildad y servicio. Dedicó su vida a ayudar a los pobres, a instaurar la paz y a vivir en sencillez y armonía con la naturaleza.
San Francisco falleció el 3 de octubre de 1226 y fue canonizado como santo por el Papa Gregorio IX tan solo dos años después de su muerte, el 16 de julio de 1228. El rápido proceso de canonización refleja el profundo impacto que su vida y enseñanzas tuvieron en la Iglesia y en la sociedad.
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Celebración es el 4 de octubre
El 4 de octubre fue elegido como el día de su fiesta litúrgica porque, según las tradiciones de la Iglesia, las conmemoraciones de los santos se celebran el día siguiente al aniversario de su fallecimiento. Este día se adopta para honrar y recordar a San Francisco por su inquebrantable devoción al amor, la paz y la pobreza.
San Francisco de Asís es ampliamente reverenciado como el santo patrón de los animales y del medio ambiente. En su honor, muchas iglesias celebran ceremonias de bendición de animales en esta fecha, reflejando su amor por todas las criaturas vivas. Además, esta fecha a menudo sirve como un recordatorio de la necesidad de cuidar el medio ambiente y vivir en armonía con la naturaleza.
La influencia de San Francisco se extiende más allá de las comunidades religiosas. Su enfoque en la pobreza y su amor por la naturaleza resuenan en el contexto moderno de la sustentabilidad y el ideal de vivir con menos. Su vida inspira a muchos a buscar un significado más profundo y una conexión íntima con el mundo que les rodea.