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Celso Rodríguez, presidente de la Federación Paraguaya de Escuelas de Fútbol (Fepefu), expresó su dolor por la muerte de Ismael Domínguez, un jugador del Club Nacional de San Bernardino en la categoría Sub 15, que asombró al fútbol juvenil paraguayo. El joven falleció el pasado domingo en el Hospital de Trauma de Asunción, tras haber sufrido un golpe mortal durante una pelea durante un partido disputado en el Club Boquerón, ubicado en el barrio San Pablo de la capital.
“Estamos apenados y shockeados. La violencia está generando más violencia”, expresó. Rodríguez destacó que en la federación, dependiente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), operan 76 escuelas con aproximadamente 13.000 niños que participan en los torneos organizados desde 2022.
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No se exigen ambulancias, pero sí paramédicos
El partido en el que ocurrió la tragedia se enmarcaba en la etapa clasificatoria de un torneo formativo. Según explicó Rodríguez, las escuelas locales son responsables de la organización del evento, que incluye el pago de árbitros y paramédicos, aunque subrayó que actualmente no es obligatorio contar con una ambulancia en cada encuentro.
“En este reglamento no hay exigencia de ambulancias”, afirmó. Reconoció además que ya hubo quejas previas por la falta de asistencia médica en otros partidos. “Estamos en tratativas para cambiar eso, pero muchas escuelas se resisten debido a los costos”, explicó.
Según resaltó, el servicio de ambulancias puede costar alrededor de G. 500.000, un monto difícil de cubrir para instituciones donde las familias provienen de sectores humildes y el número de espectadores es reducido.
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Lo que dijo el árbitro sobre la muerte de Domínguez
Rodríguez también relató los detalles del incidente que desencadenó la muerte de Domínguez, basado en el informe verbal del árbitro. “Un jugador de Boquerón cometió una falta contra uno de San Bernardino, y el agredido respondió con un golpe, lo que provocó la pelea en la cancha”, relató.
El presidente de la Fepefu subrayó que la federación busca fomentar el deporte y el desarrollo juvenil sin fines de lucro, pero admitió que tras esta tragedia, podría ser necesario modificar el reglamento para evitar futuros incidentes.
“Para nosotros, la organización de los torneos no es un negocio, y creemos que la muerte de este jugador nos hará hacer algunos cambios que se deben implementar”, concluyó.