Piden declarar a Walter Bower culpable de torturas denunciadas por policías

El exministro del Interior Walter Bower y los comisarios Merardo Palacios y Osvaldo Vera deben ser declarados culpables por las torturas sufridas por los policías Alfredo Cáceres y Jorge López en el año 2000,

Merardo Palacios, Osvaldo Vera y Walter Bower, los tres absueltos durante el juicio.
De izq. a der. los policías Osvaldo Vera, Merardo Palacios y el exministro del Interior Walter Bower, acusados por supuestas torturas a agentes policiales en el año 2000.

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El juicio oral y público al exministro del Interior Walter Bower, al comisario principal Merardo Palacios y al comisario principal Osvaldo Vera prosiguió hoy con la presentación de los alegatos, oportunidad en que las partes acusadoradas solicitaron que se los declare culpables de las torturas sufridas por los policías Alfredo Cáceres y Jorge López, en el año 2000.

El Tribunal de Sentencia presidido por Fabián Weisensee e integrado por Cándida Fleitas y Laura Ocampos, dispuso la división del juicio en dos etapas, para que primero se determine la reprochabilidad de los procesados y en el caso de que sean declarados culpables, se discuta posteriormente la pena aplicable.

De izq. a der. los abogados querellantes Carlos Álvarez y Rolando Alum y los fiscales Luis Chamorro y Sonia Sanguinés, en la sala de juicios.
De izq. a der. los abogados querellantes Carlos Álvarez y Rolando Alum y los fiscales Luis Chamorro y Sonia Sanguinés, en la sala de juicios.

La primera en presentar sus alegatos fue la fiscala Sonia Sanguinés, de la Unidad Especializada en Derechos Humanos, quien sostuvo que durante el juicio quedó fehacientemente demostrado la responsabilidad de los acusados en los apremios físicos sufridos por las víctimas, ante la sospecha de su participación en una supuesta asonada.

Sanguinés destacó los distintos testimonios que corroboran la versión de que López fue sometido a torturas en dependencias de la comisaría 11ª Metropolitana, mientras que el comisario Cáceres fue trasladado hasta la Marina, donde fue golpeado en presencia de Bower, entonces ministro del Interior.

Ingreso de Walter Bower y otros acusados en la Marina quedó registrado

En ese sentido, la fiscala destaca el cuaderno del entonces oficial superior de guardia del Comando de Infantería de Marina. donde consta que el ingreso de los acusados en la noche del domingo 21 de mayo del 2000 a las 21:40 y la salida de los mismos, a la 01:30 del día siguiente.

Cáceres relató que en la ocasión, le sacaron de su celda y lo llevaron hasta el lugar donde estaba la comitiva, donde fue maniatado hacia atrás y sometido a apremios físicos durante 2:45 minutos, lapso durante el cual le hicieron preguntas sobre quién financió el supuesto golpe de Estado.

El cuaderno de novedades de la Marina, donde quedó registrado el ingreso del entonces ministro del Interior Walter Bower y su comitiva en la noche del domingo 21 de mayo del 2000. Esta evidencia se robó del juzgado en el 2018 y pero una copia autenticada "salvó" la situación.
El cuaderno de novedades de la Marina, donde quedó registrado el ingreso del entonces ministro del Interior Walter Bower y su comitiva en la noche del domingo 21 de mayo del 2000. Esta evidencia se robó del juzgado en el 2018 y pero una copia autenticada "salvó" la situación.

El exjefe policial comentó que en un momento le dieron una fuerte patada en la cintura, que le hizo caer, oportunidad en que pudo ver a Bower en el recinto. Cáceres incluso afirmó que en un momento Bower dio la orden de que le aprieten los testículos, lo cual fue ejecutado por los subalternos.

“No era la forma de someter a interrogatorio a ningún detenido, estaban en estado de vulnerabilidad, les vendamos, les atamos con manos hacia atrás y le sometemos a apremios, hacemos un interrogatorio bajo coacción, ¡Claro que eso es tortura!”, expresó Sanguinés, al solicitar que todos sean declarado reprochables por torturas.

En el caso de los policías por autoría material y en el caso de Bower, por omisión de evitar un resultado.

“No importa o no si se estaba investigando un golpe, nunca se debió someter a torturas a los que están en interrogatorio ¡Jamás! debieron haber dejado a cargo de los agentes fiscales”, acotó Sanguinés, quien representa al Ministerio Público en forma conjunta con Luis Chamorro.

“Acá sucedió algo verdaderamente vergonzoso, que no debe quedar impune”

Idéntica solicitud hicieron los abogados querellantes Carlos Ávarez y Rolando Alum, en representación de los agentes policiales Cáceres y López, en ese orden, durante la presentación de sus respectivos alegatos finales. Los letrados destacaron que además de sus representados, muchos otros agentes sufrieron apremios físicos en la época, pero no accionaron.

Alum, quien también es policía de carrera y se desempeñó como jefe de la Dirección Jurídica de la Policía Nacional, afirmó que ignorar una formación, de que no pueden cumplir una orden indebida.

“Y si no fue por su orden, por orden de quién entonces, si él era el mandamás”, afirmó al referirse a Bower, tras destacar que esta hipótesis cobra fuerza con la presencia de la máxima autoridad en la unidad militar, en una noche de domingo.

Cándida Fleitas, Fabián Weisensee y Laura Ocampo integran el Tribunal de Sentencia que tiene a su cargo del segundo juicio oral y público al exministro del Interior Walter Bower y otros por supuestas torturas.
Cándida Fleitas, Fabián Weisensee y Laura Ocampo integran el Tribunal de Sentencia que tiene a su cargo del segundo juicio oral y público al exministro del Interior Walter Bower y otros por supuestas torturas.

“La presencia del ministro en la Marina, en plena noche de un domingo, la máxima autoridad era algo insólito, se fue justamente para garantizar que nadie les moleste. (...) Jamás hubiéramos podido demostrar la presencia del ministro en la Marina si no fuera por el libro de novedades, que se robó posteriomente del juzgado, pero tenemos acá la copia autenticada”, afirmó, al recordar que la prueba original fue sustraída del juzgado penal de garantías, días antes de la audiencia preliminar (2018).

Alum, quien también es policía de carrera y se desempeñó como jefe de la Dirección Jurídica de la Policía Nacional, afirmó que quedó atónito con los hechos evidenciados en juicio e hizo hincapie en que los policías acusados no están obligados a cumplir una orden indebida, por lo que deben pagar por lo que hicieron.

”Ni en la época de la dictadura ocurrió lo que ocurrió en la comisaría 11ª. Acá sucedió algo verdaderamente vergonzoso, que no debe quedar impune”, al referirse a la agresión a un oficial más antiguo.

Asimismo, afirmó que los acusados fueron “torpes” al liberar a una de las víctimas antes de que desvanecieran los hematomas por las lesiones sufridas, situación que permitió al afectado denunciar el caso y mostrar los rastros de los golpes a testigos que confirmaron dicha versión en juicio.

Antecedentes de la detención de los policías

Los antecedentes de esta causa se remontan hasta los díasl 18 y 19 de mayo del 2000, cuando varios policías acusados de intentar perpetrar un golpe de Estado contra el gobierno del entonces presidente Luis Ángel González Macchi fueron arrestados por sus mismos camaradas. El oficial Jorge López y otros policías denunciaron haber sido torturados en la sede de la comisaría 11ª Metropolitana en la mañana del 19 de mayo.

Los detenidos fueron trasladados hasta la sede de la comisaría 11ª, que no era la de la jurisdicción en donde ocurrieron los hechos (microcentro) pero era estratégica porque en esa jurisdicción estaba la residencia de Bower. El comisario Alfredo Cáceres afirmó que el 21 de mayo de 2000 fue torturado por los mismos policías bajo la supervisión de Bower en la sede de la Marina.

El 8 de agosto de 2001 la Fiscalía acusó y pidió juicio oral por tortura y lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas sufridas por los ahora querelantes Alfredo Cáceres y Jorge López y también los agentes Higinio Pérez, Emilio López Villalba, Emilio Escurra, Saturnino Gamarra, Fabián Ojeda, Rafael Sosa, Ricardo Báez, Lorenzo Genes, Reinaldo Insfrán y Próspero Arévalo.

En atención a la excesiva duración de este juicio, que ya tiene 24 años de duración, varias víctimas desistieron de accionar e incluso han fallecido testigos y hasta uno de los primeros acusados por el caso, el comisario Basilio Pavón, jefe de la comisaría 11ª en la época.

Absolución por duda, juicio a “cuenta gotas” y condena de la CIDH

Tras sortear un sinnúmero de chicanas, en el año 2019 se realizó el primer juicio oral y público en esta causa iniciada el 28 de julio del 2000 con la imputación a Pavón, Palacios y Vera y el 11 de febrero del 2011 con relación a Bower. Este juicio concluyó el 30 de diciembre del 2019 con la absolución de los acusados por “duda”, por decisión de la mayoría.

Este fallo fue anulado y se dispuso la realización de un nuevo juzgamiento, que es el que se encuentra en curso, iniciado en febrero último.

Llamativamente, el juicio -de por sí ya engorroso debido a la gran cúmulto de pruebas y testigos- se venía realizando con pausas de más de una semana, situación que lo ha convertido en el juicio más largo de nuestra historia.

Recordemos que en julio del año pasado la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró al Estado paraguayo culpable de supuestos hechos de tortura contra López luego del intento de golpe de Estado de mayo del año 2000 y le ordenó pagar una indemnización de 50.000 dólares, más costas y gastos.

Ahora, en coincidencia con la reciente visita del presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a nuestro país, el Tribunal convocó a las partes para la presentación de los alegatos finales, que se realiza en forma continuada desde la 08:00 de hoy.

Luego de exposición de las partes acusadoras, el abogado Secundino Méndez, defensor de Osvaldo Vera, dio inicio a la presentación de su alegatos finales, tarea que continuará el próximo martes 1 de octubre, a las 08:00.

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