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En esta nota te presentamos recomendaciones psicoafectivas para el cuidado de niños, niñas y adolescentes ante la situación que se da con la baja calidad del aire y las altas temperaturas en nuestro país como consecuencia de los incendios forestales en la región.
El psicólogo Richard Salerno señala que para explicar a los niños la situación se debe tener en cuenta la edad y evitar dramatizar o catastrofizar.
Indica que es necesario plantear la situación con explicaciones sencillas, como por ejemplo: “nos quedaremos dentro de la casa o dentro del aula porque hay mucho polvo y humo en el ambiente”.
Esta comunicación se debe realizar cuidando que el tono de voz sea calmado, claro y la explicación directa y concreta.
“Poner énfasis en todo lo que se puede hacer en los espacios resguardados, sea en la escuela o en la casa, antes que el enfoque exclusivo en las limitaciones. Explicar que esta es una situación pasajera, momentánea y que pronto volveremos a las actividades cotidianas”, manifestó.
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Recomienda ser claros y concretos en las medidas que debemos tomar, como el uso de tapabocas, tomar mucha agua y si se siente dolor de cabeza o de garganta, tos, dificultades para respirar es imperiosa la necesidad de avisar a la profesora o al adulto responsable.
Crear una rutina
Resalta que si la situación exige quedarnos en la casa se puede crear una rutina que incluya un espacio de juegos en el interior de la misma y un horario para realizar las tareas de la escuela o para ver televisión.
“Mantener el periodo (horario) habitual de alimentación saludable, evitando la ingestión frente al televisor o pantallas. Programar momentos de lectura, pintura, manualidades y tiempo libre en contacto con la familia. Respetar las horas habituales de descanso y sueño nocturno, así como las rutinas de inicio de jornada”, indicó.
También se puede realizar un listado, en compañía de los niños, de las actividades que sí se puede hacer en los espacios interiores de acuerdo a la edad, e incluso, incorporarlos en las actividades cotidianas de la casa como: colocar y retirar los utensilios de la mesa, ayudar en el orden y limpieza de los espacios interiores, ayudar a los hermanos menores en las tareas escolares, cuidar de las mascotas y mantenerlos a resguardo, etc.
Finalmente, remarca que la actitud que muestren los adultos en la convivencia con los niños servirá de modelo de afrontamiento ante esta situación de emergencia momentánea, “entonces será importante la comunicación asertiva, ecuánime, calmada, concreta, sencilla, cuidadosa y optimista”.