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En comunicación con ABC Cardinal este viernes, el doctor Marcos Melgarejo, jefe de Trasplantes del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, comentó sobre el trasplante de corazón practicado hace unos meses en ese centro de salud a una adolescente de 15 años que continúa recuperándose y evolucionando favorablemente.
El pasado 6 de junio, María Luján, una adolescente que llevaba 161 días conectada a un corazón artificial, fue sometida a una compleja y prolongada cirugía de trasplante de corazón que tuvo numerosas complicaciones, entre ellas varios paros cardiorrespiratorios, pero que concluyó con éxito.
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El doctor Melgarejo comentó que la cirugía duró unas 16 horas y que las complicaciones se debieron al “desgaste” que arrastraba la paciente por haber estado conectada durante tanto tiempo a un corazón artificial.
Indicó que los paros cardiorrespiratorios que la paciente sufrió durante la cirugía tuvieron secuelas neurológicas de las que la menor se está recuperando, trabajando con el servicio de rehabilitación neurológica del hospital.
“De a poquito estamos yendo para adelante, hay momentos que decae y momentos en que la vemos mejor”, dijo el médico. “Estamos mejor que hace un mes, creemos que va a ir mejorando paso a paso”.
Otros pacientes esperan corazón nuevo
El doctor Melgarejo explicó que hay otros niños esperando un nuevo corazón en el Acosta Ñu, entre ellos Milán, de cinco años, quien lleva más de diez meses conectado a un corazón artificial.
“Nos estamos preparando científica y emocionalmente para esa cirugía, estamos pendientes de que aparezca un donante compatible”, dijo.
Además de Milán, hay en espera una niña de dos años de edad y un adolescente de 14 años llamado Matías, quien ingresó recientemente al Acosta Ñu desde el Instituto de Previsión Social y fue conectado a un corazón artificial hace tres semanas.
Ese paciente ya se encuentra lúcido y sin asistencia respiratoria, aunque aún está en estado delicado, explicó el galeno. Agregó que la posibilidad de encontrar un donante para Matías es “quizá más alta que para Milán” debido a que, por su edad, Matías toleraría un trasplante de un corazón adulto.
Sobre ese punto, el doctor Melgarejo explicó que hay preocupación porque en gran medida el universo de donantes consiste en pacientes de 45 años de edad para arriba.
“Para trasplantes de corazón no podemos aceptar pacientes muy grandes porque pueden tener problemas en las arterias. 40 años es nuestro límite”, dijo.