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A través de un escrito difundido por el Ministerio Público se tuvo conocimiento de que el fiscal general del Estado de Paraguay, Emiliano Rolón, y la fiscala general de Colombia, Luz Adriana Camargo, mantuvieron una comunicación relacionada al caso del magnicidio del fiscal Marcelo Pecci, registrado en la Península de Barú, en Cartagena de Indias, del país caribeño, el 10 de mayo de 2022.
En la conversación que mantuvieron los titulares de los Ministerios Públicos paraguayo y colombiano instalaron la necesidad de llevar a cabo la activación del Equipo Conjunto de Investigación (ECI), que desde el mes de junio se encuentra pendiente, pues en ese entonces ya se había arribado a un acuerdo para su conformación, sin embargo, solo se debían definir sus integrantes.
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Para la coordinación de dicho encuentro, tanto en la fecha como el lugar, están encargados los fiscales de Asuntos Internacionales, por Paraguay, el fiscal Manuel Doldán Breuer, con su par colombiano.
En una conferencia de prensa, realizada en junio, el fiscal Doldán había manifestado que dentro de la conformación del Equipo Conjunto de Investigación (ECI) y del instrumento de cooperación entre Paraguay y Colombia, se debían definir las atribuciones y la jurisdicción, teniendo en cuenta que el Derecho Penal establece la territorialidad de la ley.
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Narcotraficantes hicieron “vaquita” para matar a Marcelo Pecci
El homicidio del fiscal de Crimen Organizado Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo de 2022, en Colombia, donde se encontraba de luna de miel con su esposa, la periodista Claudia Aguilera, fue producto de una alianza entre narcotraficantes de Paraguay y Brasil, de acuerdo con datos recogidos en una pesquisa transnacional, según publicó días atrás la revista Semana.
Para el plan, que originalmente debía ejecutarse en Paraguay, los criminales hicieron una “vaquita” consistente en la suma de US$ 1.000.000, de acuerdo con detalles de la investigación que involucra a organismos de inteligencia de Colombia, Estados Unidos, Centroamérica, Paraguay y Brasil.
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Más detalles señalan que en Brasil se hizo el acuerdo entre organizaciones y que el magnicidio se llevaría a cabo en Paraguay. Para ello se contrató a delincuentes “de peso” que se desplazaron hasta Asunción, donde hicieron el seguimiento a Pecci desde su oficina hasta su domicilio. A estos datos se llegó mediante el trazado del dinero pagado y la determinación de los puntos donde se hicieron las reuniones.
Sin embargo, los criminales recularon en su decisión, pues un ataque así pondría la lupa sobre las organizaciones paraguayas, teniendo en cuenta que había narcos paraguayos involucrados, siempre según la investigación citada.
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Por esa razón, y tras conocer que Pecci y su esposa irían de viaje a Colombia, los instigadores acordaron segar la vida del fiscal ahí. Para esto, se concretó otra “vaquita” de US$ 1.000.000.
En dicha investigación se menciona a Jarvis Chimenes Pavão; igualmente se indaga a Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, y también el narcotraficante Jaime Andrés Franco Mendoza, quien fue condenado a 18 años de cárcel, luego de que Pecci lograra la anulación de la primera sentencia de 11 años con una apelación.
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Además, en la publicación de la revista Semana se menciona al articulador del crimen, Fernando Luis Correa Galeano, quien en una de sus indagatorias citó e involucró al expresidente de Paraguay Horacio Manuel Cartes Jara, señalándolo como instigador. Sin embargo, las colaboraciones de Correa Galeano no son totales en el marco del acuerdo de principio de oportunidad con el que llegó con la Fiscalía colombiana.