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En comunicación con ABC Cardinal este viernes, Víctor Benítez, viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, habló de las recientes desvinculaciones de funcionarios penitenciarios y el cambio del director de la Penitenciaría de Emboscada por un incidente ocurrido hace casi dos meses, en que personas privadas de su libertad “de alto perfil” lograron vulnerar cámaras de circuito cerrado del recinto en que se hallaban encerrados.
El Ministerio de Justicia dispuso la desvinculación de nueve agentes penitenciarios del Centro Penitenciario “Martín Mendoza” de Emboscada y la remoción del cargo de su director, Tomás Bolaños, luego de que se confirmara que el pasado 1 de julio personas recluidas en esa penitenciaría y vinculadas al grupo criminal Clan Rotela lograron desconcetar o dañar cámaras de seguridad desde sus celdas, utilizando elementos como zapatillas atadas con piolas o botellas de agua, elementos que no deberían haber tenido en sus habitáculos.
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El viceministro Benítez dijo que el incidente evidencia un “fallo en los procedimientos de seguridad” en la penitenciaría, ya que los funcionarios de la prisión no deberían haber permitido que los internos tengan esos objetos en sus celdas, teniendo en cuenta que personas privadas de su libertad bajo el régimen cerrado especial deberían estar sujetas a revisiones de sus celdas dos veces por día.
“Evidentemente esos protocolos no se cumplieron al pie de la letra”, dijo el viceministro.
“Agentes corruptos”
Enfatizó que no se observó que los internos hayan logrado salir de sus celdas, pero admitió que no se puede descartar el ingreso de elementos prohibidos con “anuencia de agentes corruptos” en el periodo de tiempo en que las cámaras afectadas estuvieron fuera de servicio.
Agregó que el director de la penitenciaría informó de situaciones similares previas a la del 1 de julio, pero enfatizó que informar de esos casos “no lo exime de realizar su trabajo” e impedir tales acciones.
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La semana pasada, siete personas privadas de su libertad con supuestos vínculos con el Clan Rotela fueron trasladadas a la penitenciaría de Minga Guazú, tras lo cual el director del penal de Emboscada fue destituido.
Consultado sobre un informe enviado por el director destituido en que resaltaba la falta de elementos como armas y munición, además de la falta de experiencia de muchos de sus guardias, el viceministro Benítez admitió que “son cuestiones que se deben mejorar”.
Sin embargo, insistió en que si los funcionarios de Emboscada destinados al bloque donde se produjeron las vulneraciones de cámaras hubieran seguido los protocolos correspondientes, “esto no hubiera ocurrido”.
“El motivo por el que se optó por personas nuevas es para no meter gente que tenga ya los vicios de agarrar dinero, de meter cosas”, añadió. “A estas personas igualmente no se les lanzó como si nada, tuvieron entrenamiento de gente con experiencia”.