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Poco después de las 6:30, una gran cantidad de gente aguardaba este jueves en el patio del Hospital Materno Infantil de Loma Pytá.
La única manera de conseguir un lugar para ser atendidos es ir muy temprano, pero aún así, nadie de salva de la larga espera.
El tiempo de demora en la atención es una de las principales quejas. La gente viene desde las 4:30, pero aún así espera mucho.
La situación empeora porque la espera se da en condiciones de aglomeración, lo que predispone al contagio de enfermedades. Irónicamente, se corre riesgo de enfermarse más al ir en busca de mejorar la salud.
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Se quejan poco y aprovechan medicamentos
Del uno al 10, algunos pacientes le dan un seis a la atención en este centro asistencial. Como es característico del paraguayo, se quejan poco y aprovechan lo que puedan recibir, principalmente en lo referente a medicamentos gratuitos, que aunque son escasos, siempre vienen bien.
Las numerosas precariedades las padecen todos, pero quienes más se exponen al contagio de enfermedades son las embarazadas y las madres que acuden con niños pequeños.
La realidad que se observa en el lugar contrasta con el panorama que pretende hacer ver al país el presidente de la República, quien ayer visitó varias instituciones hospitalarias.
Los pacientes piden principalmente más control de las autoridades del Ministerio de Salud Pública, de tal forma que el circuito burocrático para acceso a atención y análisis circule más ágilmente.
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Profesionales hacen el mínimo esfuerzo
Llaman la atención sobre la falta de mayor compromiso por parte de los profesionales, que hacen el mínimo esfuerzo a la hora de atender.
La forma de acomodar a las personas también es bastante peculiar. Algunas están en carpas, vestigios de la readecuación que habían hecho durante la pandemia.
Ahora, las carpas se utilizan mayormente para la vacunación de pacientes y para el aislamiento de las personas que acuden por padecimientos respiratorios.