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Juan Izquierdo (27), jugador de fútbol uruguayo del Nacional de Montevideo, falleció el martes pasado tras haber estado internado en un hospital de São Paulo, hasta donde llegó luego de desplomarse en un partido contra el equipo local en el marco de la Libertadores.
Su caso volvió a llamar la atención del mundo y en particular de la comunidad deportiva en torno a las condiciones cardíacas y el alto rendimiento.
Varios son los casos que se registraron a lo largo de la historia y recientemente, pero, qué tan comunes son y cuáles son las causas por los que estos pasan desapercibidos.
Un profesional cardiólogo conversó con ABC Cardinal y dejó sus reflexiones sobre el caso.
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Juan Izquierdo: de qué murió
Según informó el Hospital Albert Einstein de São Paulo en un comunicado, Izquierdo murió este martes 27 de agosto a las 21:38 debido a una “muerte encefálica después de un paro cardiorrespiratorio asociado a una arritmia cardíaca”.
El doctor Miguel Quintana, cardiólogo, explicó que el deportista sufrió lo que se conoce popularmente como muerte súbita. “Es una entidad arrítmica cardiovascular y ocurre entre el inicio de los síntomas y la muerte del paciente, en aproximadamente una hora”, dijo.
Explicó que existen maniobras de reanimación cardiopulmonar que permiten a los intervinientes revertir el evento arrítmico hasta que llegue una persona más calificada. Incluso que espacios públicos deberían contar con desfibriladores automáticos que permitan salvar la vida.
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Arritmia cardíaca: ¿se puede detectar?
En cuanto a la prevención, el médico indicó que existen pacientes que tienen diagnóstico de alto riesgo de muerte súbita, para los que hoy existe la posibilidad de implantación de desfibriladores internos que tienen la misma función que los externos.
Explicó que para el caso de deportistas de élite es todavía más importante la detección temprana de estas predisposiciones. Indicó que hay una serie de patologías que pueden generar que se produzca una muerte súbita y que son posibles de detectar en las evaluaciones precompetitivas.
“Sin embargo, aun así hay algún grupo de pacientes que tienen una predisposición arrítmica que son enfermedades genéticas casi siempre, que por suerte es muy poco frecuente, pero que el deporte de alta competencia puede ser un desencadenante”, expresó.
Añadió que el tiempo en estos eventos es sumamente importante para evitar complicaciones mayores, sobre todo daños cerebrales y que las chances de revertir una arritmia se reducen con el paso del tiempo.
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Compresiones torácicas: maniobras que pueden salvar la vida
El doctor indicó además que las maniobras correctas para estos casos no son las tradicionalmente conocidas como respiración de boca a boca, sino las compresiones torácicas.
“Unas cien compresiones por minuto, de cuatro a cinco centímetros de profundidad en el tercio inferior del esternón, esa simple maniobra puede salvarle la vida e incluso evitar un daño cerebral”; dijo.
“Eso hay que hacerlo de manera inmediata, hasta que llegue el desfibrilador automático y hasta que llegue el personal calificado para continuar con la cadena de supervivencia”, agregó.
Agregó que los casos que son indetectables en los exámenes precompetitivos también son menos frecuentes, como este tipo de eventos.