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Monseñor Gabriel Escobar, obispo del vicariato apostólico del Chaco, vivió un momento de gran tensión hoy en Fuerte Olimpo. Un incendio inesperado se desató en la cabecera del aeropuerto mientras se disponía a abordar un avión junto con autoridades de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Según reportó, las autoridades universitarias y él estaban por la capital del departamento de Alto Paraguay para asistir a la ceremonia de graduación de 34 nuevos licenciados en Administración Agropecuaria.
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El religioso relató que, al concluir el evento académico, alrededor de las 13:30, se dirigieron al aeropuerto para tomar su vuelo de regreso. Sin embargo, al llegar, se encontraron con un incendio que estaba consumiendo parte de la cabecera de la pista.
“El fuego probablemente se trasladó desde otra zona”, comentó Monseñor Escobar. Relató que toda la región de Alto Paraguay se encuentra en plena sequía, lo que propicia la aparición de incendios. Agregó que desde cerca del mediodía se sintieron fuertes vientos del sector norte.
Ante la emergencia, personal de la Municipalidad de Fuerte Olimpo acudió rápidamente al lugar con un carro de agua para intentar sofocar las llamas. Sin embargo, el esfuerzo no fue suficiente, y la situación se tornó aún más peligrosa debido al denso humo que cubría la zona.
El humo le recordó el incendio del Ycuá Bolaños
“El humo era sofocante, me vino a la memoria lo que se vivió en el Ycuá Bolaños”, expresó, recordando la tragedia del incendio en el supermercado de Asunción en 2004. Escobar y los demás presentes recurrieron al uso de tapabocas para protegerse del humo mientras esperaban la llegada del avión.
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Afortunadamente, la aeronave pudo aterrizar sin mayores inconvenientes. Posteriormente, Monseñor Escobar y las autoridades universitarias pudieron abordar y dejar la zona.
El obispo reflexionó sobre la necesidad de contar con materiales adecuados para combatir incendios, como carros hidrantes. Subrayó la importancia de invertir en estos recursos, especialmente en regiones como el Chaco paraguayo, donde los incendios son constantes e intensos. Además, instó a las instituciones del Estado a investigar de oficio las causas de estos siniestros, ya que existe la sospecha de que muchos de ellos podrían ser provocados.