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“Estamos peor, ellos son la crisis”, fue el lema de la movilización que aglutinó a varios sectores y marchó por las calles de Asunción este jueves.
Ermo Rodríguez, uno de los dirigentes pronunció un discurso que abarcó a todos los sectores, dentro del marco de los un año de gobierno de Santiago Peña.
Manifestó que cuando se dice “estamos peor” no es un capricho ni un antojo o un simple estado de ánimo.
“Es porque sentimos en el día a día y en carne propia la negación, la carencia, el abandono, el sufrimiento, el dolor, la marginación, los desalojos, la injusticia y la desigualdad”, enfatizó.
También explicó que “ellos (el Gobierno) son la crisis”, por su responsabilidad en décadas de olvido, engaños, mentiras, de burlas contra el pueblo, de discurso y palabras vacías.
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“Estamos desnudando una realidad, porque ellos, los politiqueros, se han dedicado solamente a enriquecerse, a beneficiarse personalmente o a su grupo, utilizando a la política para cometer estos actos condenables desde todo punto de vista”, sentenció.
Lamentó que se entreguen las riquezas del país y sobre todo la soberanía, las tierras y las binacionales.
Indicó que la mayor preocupación es la amenaza permanente de la aparición del autoritarismo, de castigar voces disidentes, de aprobar leyes sin debate, utilizar una mayoría parlamentaria para atropellar la Constitución Nacional y el copamiento de las instituciones del Estado por el cartismo.
Santiago Peña
“Vemos a un Presidente de la República que no tiene el mando, que no tiene el poder y generalmente los intereses de la República son relegados a un segundo plano para priorizar o intentar justificar acciones de un movimiento partidario”, manifestó.
Respecto al Parlamento, indicó que la mayoría de sus miembros son simplemente “tembiguái” (servil) de intereses pecuniarios o de negocio.
Calificó al Poder Legislativo de decadente y a sus miembros de “tránsfugas” que permiten la vendetta, la misoginia y cada vez más se alejan de las necesidades del pueblo y de la Patria.
Finalmente, lamentó que el Poder Judicial esté “arrodillado al poder político y económico de turno, dejando de lado principios y doctrinas para aplicar la Constitución y las leyes como corresponde”.