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La jornada de actos culturales en Piribebuy se inició a tempranas horas en la Ciudad Heroica. Los pobladores engalanaron con banderas paraguayas sus casas para estar acorde al día conmemorativo.
A las 5:30 se realizó el lanzamiento de salva de cañones en la Plaza de los Héroes, donde se hizo un minuto de silencio recordando con respeto a aquellos valientes que defendieron con fortaleza a la patria.
Luego, a partir de las 8:30, al son de resonantes tambores y otros instrumentos, se inició la tradicional marcha cívica sobre la calle General Díaz.
Los jóvenes estudiantes desfilaron con elegancia, entusiasmo y patriotismo cada uno con su respectivo uniforme. Otros alumnos incluso se vistieron con atuendos que simulaban estar ensangrentados recordando lo que sufrieron las personas en aquella contienda que marcó la historia de la localidad y de toda la nación.
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Asimismo, también se hizo presente la Dirección del Material Bélico y el Comando de Artillería, que con honores se sumó a la marcha con la banda de músicos de la Dimabel.
Participaron de la actividad 38 instituciones educativas de Piribebuy y 4 invitadas que vinieron de Caraguatay, Alto Paraná, Eusebio Ayala y Asunción.
En la jornada se pudo observar una importante concurrencia de visitantes que acudieron desde diversas ciudades como San Bernardino, Caacupé, Loma Grande, Eusebio Ayala, Isla Pucú y Atyrá.
Las familias disfrutaron de un momento agradable en la ciudad acompañando la presentación de los alumnos con calurosos aplausos.
En el evento estuvieron presentes el intendente de la ciudad, Blas Manuel Gini Cristaldo (PLRA); el gobernador de Cordillera, Denis Lichi (ANR); el diputado Carlos María López (PLRA), el director de Cultura, Daniel Espínola, y autoridades locales.
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Historia
La Batalla de Piribebuy ocurrió el 12 de agosto de 1869 y es considerada una de las más sangrientas de la Guerra de la Triple Alianza, donde el Ejército Paraguayo defendió con heroísmo la soberanía nacional. En aquel entonces, Piribebuy era capital de la República.
La defensa de esta plaza se encomendó al teniente coronel Pedro Pablo Caballero, quien con un grupo de 1.600 hombres, mujeres y niños, enfrentaron al enemigo que apareció en la zona el día 10 de agosto con más de 20.000 hombres de las tres armas, y con 35 piezas de artillería. Según datos, con las primeras luces del 12 de agosto de 1869, la maniobra de envolvimiento estaba terminada, haciendo llegar al jefe de la defensa una intimación para dejar sus armas por parte del comandante aliado, la respuesta del teniente coronel Caballero fue tajante y dijo: “Estoy aquí para pelear y morir si es necesario, pero no para rendirme”.
Ante la decisión de los defensores de Piribebuy, los aliados realizaron un fuerte bombardeo sobre la ciudad, desde todas las direcciones, y los sucesivos asaltos fueron rechazados con enormes pérdidas, pero finalmente el número superior se impuso, siendo tomadas las trincheras, ante la abnegación de parte de los defensores, quienes se batieron con el enemigo hasta el final.
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