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“Mi historia termina acá”, cuenta Ángela Pujol, sentada en el patio de las luces del Memorial 1A, a pocos días del 1 de agosto, cuando se conmemoran 20 años del incendio del supermercado Ycua Bolaños, la tragedia más grande en tiempos de paz del Paraguay.
El suceso se cobró 400 vidas, entre ellas las de Yessica Vanessa, que tenía en ese entonces 29 años y Yessica Natalia, de 22 en aquel momento, las dos únicas hijas de Ángela.
“Cuando salieron de casa, la menor le agarró del brazo a su hermana y así salieron juntas para ir al supermercado; tenían que buscar la comida del día y unos regalos para el Día de la Amistad que estábamos organizando”, continúa Ángela.
Al rato, dice, un niño que era vecino de la familia se acercó para informarle que el Ycua se estaba incendiando. “Era el infierno en la tierra”, asegura.
A 20 años del 1A: Lo que recuerda ex cajera del Ycua
Beatriz González era cajera en el supermercado. Tenía asignada la caja N° 11 ese domingo del 2004. “Escuché una explosión y después ya vi que la nube de humo negro cubría todo. En ese momento dejé mi caja, salté y corrí hacia el estacionamiento para tratar de salir”, explica.
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Cuando llegó a esa zona, no pudo salir, volvió sobre sobre sus pasos y finalmente brincó hacia uno de los boquetes abiertos por los rescatistas en el sitio. Afirma desconocer si hubo orden o no, de cerrar las puertas al iniciarse el siniestro, de parte de Juan Pío Paiva (propietario del local) o de su hijo, Emiliano Paiva, ambos condenados por la tragedia.
Familiares siguen exigiendo justicia
Los familiares y víctimas del Ycua, como Beatriz y como Ángela, piden que se finiquite el proceso judicial, todavía pendiente.
Luego de dos décadas, la deuda pendiente del Poder Judicial sigue siendo la indemnización para las víctimas, recuerda Jorge Alfonso, vocero de la Fundación de Víctimas del Ycua Bolaños. Alfonso perdió a su hijo Guillermo Alfonso Ortíz, quien tenía 17 años y era carritero en el ex supermercado del barrio Trinidad de Asunción.
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En lo penal, fueron condenados a 12 años de cárcel por el incendio, el dueño del local, Juan Pio Paiva, ya en libertad y su hijo, Emiliano Paiva, a 10 años de prisión y quien murió en libertad en el 2020, a raíz de complicaciones por el Covid.
Además, fueron también condenados Daniel Areco, guardia de seguridad que fue a 5 años de prisión y el directivo Humberto Casaccia, por 2 años.
Familiares y sobrevivientes cuestionan calidad de kits de Nenecho
Las víctimas también critican la gestión de la Municipalidad de Asunción, a cargo de Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR - HC), por la baja calidad de los kits de alimentos que son entregados por ordenanza.
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“Los coquitos son incomibles, no se rompen ni con el cocido”, indica uno de los familiares.
Ex intendentes debieron ser imputados, asegura Cooordinadora de Víctimas
Liz Torres, de la Coordinadora de Víctimas, y amigos del Ycua Bolaños, también recordó que el intendente de Asunción en ese entonces, Enrique Riera, o el anterior, Martín Burt, ni siquiera fueron imputados por el incendio.
“Burt habilitó provisoriamente el supermercado y en la administración de Riera debieron hacerse los controles. Esto (Ycua) no tenía un solo extractor eólico, no tenía ventilación alguna con un techo absolutamente inflamable”, recuerda.
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“Para nosotros debe hacerse un cambio en la cultura de la seguridad y justamente la seguridad está hoy en manos de Riera, actual ministro del Interior”, dice Torres.
La expropiación del Ycua y su transformación en un centro cultural, el Memorial 1A es una oportunidad para educar para la memoria, expresa Torres. “Que nunca más ocurra un 1A”, pide la activista.
Ycua Bolaños: Homenaje a víctimas, el 1 de agosto
Entre las actividades que tienen por la semana de recordación, estudiantes de colegios de la zona visitan el lugar y participan de charlas con los sobrevivientes, como es el caso de la joven abogada Tatiana Gabaglio, quien en el 2004 era apenas una niña.
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Para el jueves 1 de agosto, se tiene previsto el acto central a las 11:00, en el memorial ubicado sobre la avenida Artigas, con la lectura de un manifiesto, un acto ecuménico, el encendido de 400 velas en homenaje a las víctimas, el toque de sirenas y el despliegue de un telón simbólico.