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Líderes de distintas comunidades indígenas que se encuentran en el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) informaron a este medio el absoluto estado de abandono en el que se encuentran sus integrantes que forman fila desde tempranas horas de la mañana para ser recibidos por el titular de la institución.
Tatiana Espínola, presidenta de la Asociación de Parcialidades Indígenas, contó que en el sitio había adultos mayores, embarazadas, lactantes y niños que esperaban paradas desde las 6 de la mañana a tener una respuesta del presidente de la institución.
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“No puede ser que por lo menos un banquito no traigan acá. Ellos tienen que salir a mirarnos a nosotros, no somos animales. Hay muchos pedidos, hay desalojos todos los días, hay gente bajo carpas acá frente a nuestra institución, pasan frío y hambre”, reclamó.
Comentó que hay personas que ya tuvieron que ser internadas, entre ellas niños. Contó que halló con el presidente de la institución, Juan Ramón Benegas, quien le prometió que todos tendrían respuesta, pero reclamó que ni siquiera salga a ver en qué condiciones esperan.
Funcionarios cumplen su horario y se van
Uno de los reclamos de estas parcialidades es la absoluta carencia de empatía por parte de algunos funcionarios de la institución que parecen cumplir horario y retirarse sin preocuparse por familias enteras que están ahí pidiendo ser escuchadas
“Yo no sé dónde están los funcionarios. Se supone que tienen que tener sus asesores, funcionarios que se preocupen por nuestras necesidades, si necesitamos agua, si desayunamos”, cuestionó.
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“Acá nadie es recibido. Se supone que es nuestra casa, donde tenemos que recurrir para que nos ayuden, pero acá parece que nosotros tenemos que ser asesores para solucionar nuestros problemas”, remarcó.
Reclamó que en tiempos electorales los indígenas son los que más promesas reciben, pero a la hora de la verdad, de cumplirlas, nadie aparece.