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El representante de la Santa Sede ante nuestro país, Mons. Turturro, celebrará su primera misa en el departamento de Paraguarí y lo hará en este distrito el jueves a las 9:00. El acto eucarístico se ofrecerá en conmemoración a los 81 años de la muerte del Siervo de Dios Duarte Ortellado, que va camino a los altares.
La solemne misa será concelebrada por todos los obispos de la Conferencia Episcopal Paraguaya, por el obispo de la diócesis de Carapeguá, Mons. Celestino Ocampos, sacerdotes de dicha diócesis y religiosos invitados de diferentes parroquias del país.
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En la explanada de la parroquia, antes del inicio de la procesión, tendrá lugar una breve presentación sobre lo que había ocurrido en la madruga del 4 de julio de 1947, día que falleció el religioso.
Las autoridades municipales de Ybycuí, Mbuyapey y Quyquyhó, parroquias donde sirvió el padre Julio, declararon asueto distrital este día para que los devotos de dichos municipios puedan participar de la santa misa.
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Programa
7:30: Procesión con oraciones y cánticos desde la Casa Parroquial, calle Gral. Bernardino Caballero, esquina Mauricio Cardozo Ocampos.
8:00. Se recordará cómo vivieron los fieles los últimos momentos del Siervo de Dios.
9:00. Solemne Misa concelebrada por los obispos y sacerdotes de diferentes distritos. En la ocasión, los representantes de las parroquias y de las hermandades, entregarán la ofrenda recolectada para acompañar los gastos de la canonización del Padre Julio.
10:00. Se servirá desayuno comunitario a los participantes de la celebración.
Al término de la misa se va inaugurar un mural preparado en homenaje al Siervo de Dios, ubicado en el museo “Pa’í Julio Roga”. El padre Ignacio Espínola, párroco de Ybycuí, se propone que dicho sitio sea un lugar memorial de devoción al Siervo de Dios.
Predijo su muerte
Los que llegaron a conocer al padre Duarte Ortellado aseguran que el mismo predijo su muerte. Fue cuando una mujer anciana le pidió que la visitara en su lecho de enferma porque temía morir. El padre en ese momento le respondió que no tema a la muerte porque es la liberación del alma que envía Dios y que así como ella, él moriría en tres años y así sucedió un 4 de julio de 1943.
El sacerdote realizó varias obras de infraestructura en este municipio y en los distritos donde sirvió. Ahora se está trabajando para que pronto sea beatificado y llegue al altar como el segundo santo paraguayo después de San Roque González de Santacruz.
Sus obras
El ejemplar sacerdote, al llegar a este pueblo, su primer objetivo fue construir la casa parroquial. Dicho proyecto se concretó con el respaldo de los lugareños y del Estado. Para el efecto, en el año 1936 adquirió un inmueble donde se construyó la casa del cura.
Además, organizó a todos los pobladores para que donen materiales de construcción y colaboren con mano de obra para edificar el templo que fue erigido en honor al santo patrono San José, en este municipio, así como la construcción del Hospital local.
Además se ocupó de la construcción de los templos de Quyquyhó y Mbuyapey y de las capillas en las compañías como Cordillerita, Pereira-Cué, Pasó Paré, Palacio-Cué, Isla Pa’ũ, Isla Alta, Roaruguá. Asimismo, preocupado por los niños carenciados y abandonados, creó el hogar de niños “San José”.
Para desarrollar la tarea de la evangelización y la formación espiritual de la comunidad, en especial de los niños, gestionó en Croacia la venida a este municipio de la Congregación Hijas de la Misericordia de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que hasta ahora sigue en este distrito.
El sacerdote gozaba de la confianza y admiración de los pobladores de este municipio. Asumió la presidencia de la Comisión de Fomento y Trabajo de Ybycuí, y como tal, reinició la reparación del camino de Quiindy a Ybycuí cuya labor fue fundamental para las comunicaciones con las zonas más alejadas.