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La próxima semana comienzan las vacaciones de invierno y el distrito de Caazapá se presenta como una opción ideal para el turismo interno que acostumbran compartir las familias en esa temporada. Cuenta con infraestructura vial adecuada, oferta hotelera suficiente y la gastronomía muy interesante para el visitante.
La rotonda de Caazapá, la icónica entrada, se encuentra adornada por el monumento más impresionante de nuestro país en homenaje al Fray Luis Bolaños, el franciscano español que fundó la ciudad, Yuty y en el departamento de Paraguarí, Yaguarón.
El monumento, una imagen gigantesca hecha en piedra, fue esculpido por artesanos caazapeños y misioneros, bajo la dirección del arquitecto local Néstor Gastón. Fue colocado el año pasado, en reemplazo de la imagen en madera que estuvo por más de 30 años sobre un pedestal en la rotonda de Caazapá, tallado por Alejandro Sosa, un reconocido artesano caazapeño.
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El nombre de la localidad franciscana proviene del guaraní ka’aguy jahasapa, que significa “más allá del bosque o pasando el bosque”.
La ciudad está solamente a 200 km de la capital del país, Asunción. Significa unas tres horas de viaje por la ruta PY01, empalmando la ruta PY10 hasta Villarrica desde donde solamente se necesitan 45 minutos por la ruta PY08 hasta llegar a destino.
Uno de sus mayores atractivos es el “Ykua Bolaños”, un manantial ubicado en las afueras de la ciudad, donde se encuentra el polideportivo municipal Prof. Ignacio Falcón Real. En el sitio cada año se realiza el festival más importante del país que lleva el nombre de la mítica fuente de agua que hizo brotar Luis Bolaños.
Esta ciudad, que se distingue por el patrimonio cultural e histórico forjado por los franciscanos, se puede visitar el museo Fray Juan Bernardo, que está en pleno centro de la ciudad, frente a la parroquia San Pablo. Encierra la historia caazapeña que se puede conocer en una visita de dos horas. En el distrito las casas coloniales se mimetizan con las construcciones modernas.
El templo parroquial San Pablo, futura Catedral de la Diócesis de Caazapá, conserva retablos e imágenes tallados en madera por indígenas dirigidos por los misioneros franciscanos. La capilla de San Roque es una obra original del siglo XVII que se encuentra en el cementerio de Caazapá. En el distrito las casas coloniales se mimetizan con las construcciones modernas.