Matrimonio igualitario: cuatro historias de parejas paraguayas para las que el amor fue más fuerte

Por el Día del Orgullo, te acercamos cuatro historias de familias LGBTQ+, que se formaron a pesar de las barreras legales que Paraguay impone. En esta nota, nos cuentan la experiencia del matrimonio igualitario dentro y fuera del país y cómo celebran el amor y la diversidad, pese a las dificultades y tabúes.

Compatriotas que, pese a las limitaciones legales, contrajeron matrimonio igualitario.
Cuando el amor es más fuerte. Cuatro historias de parejas LGTB paraguayas que, a pesar de los impedimentos legales, formaron sus propias familias.ABC Color

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Este 28 de junio se recuerda en todo el mundo el Día Internacional del Orgullo, con el objetivo de promover la tolerancia, la igualdad y la dignidad de las personas de la comunidad LGBTQ+.

En Paraguay todavía es largo el camino para el reconocimiento de los derechos de estas parejas, como consecuencia de muchos prejuicios y tabúes que todavía forman parte de nuestra cultura. En ese sentido, el matrimonio, un derecho para las parejas heterosexuales, continúa siendo una aspiración muy lejana para las personas que desean unir sus vidas con una pareja del mismo sexo.

En esta nota te contamos cuatro historias de parejas paraguayas que, pese a los impedimentos, decidieron unirse en matrimonio igualitario, ya sea fuera del país o en ceremonias simbólicas, celebrando el amor y la diversidad.

Gloria Pérez y Alicia migraron a España y allí contrajeron nupcias. Esto fue en marzo de 2022.
Alicia Ruíz Fernández (izquierda) y Gloria Pérez (derecha) se casaron en España en 2022. Foto: Rebe Mendieta.

Gloria y Alicia: el amor supera cualquier distancia

La historia de la paraguaya Gloria Pérez es un retrato de que el amor puede más que las distancias y los prejuicios sociales. En conversación con ABC desde Madrid, España, nos contó que conoció a Alicia -española- en el año 2019, cuando trabajaba como encargada del área social de un proyecto socio deportivo en un barrio de Asunción y ella acababa de llegar de España para realizar una investigación como parte de un trabajo de máster en el mismo proyecto.

“Nos conocimos a principios de ese año y fue un flechazo mutuo desde el principio, aunque tardamos un par de meses en darnos cuenta y empezar a salir. Conocí a sus padres ese mismo año porque vinieron de visita a Paraguay y la Navidad de 2019 la pasamos en España”, contó.

Nos conocimos a principios de ese año y fue un flechazo mutuo desde el principio, aunque tardamos un par de meses en darnos cuenta de eso y empezar a salir

Gloria Pérez, psicóloga paraguaya, migrante y orgullosamente lesbiana

“Pasó el tiempo, llegó la pandemia y nos tuvimos que separar por nueve meses. Cada una en su país. Fue una época de decisiones difíciles sobre el futuro. Afortunadamente nos volvimos a encontrar y pudimos retomar la relación en persona y luego, en 2021, decidimos casarnos en España”, agregó.

“En marzo de 2022 celebramos el casamiento y ya llevamos 2 años de matrimonio feliz”, contó emocionada.

Gloria migrar junto a Alicia a España donde se casaron.
Alicia Ruíz Fernández (de espaldas) y Gloria Pérez (derecha), quienes se casaron en España, residen actualmente en Madrid. Foto: Rebe Mendieta.

Las dificultades del matrimonio en el exterior

Gloria recordó que el proceso no fue nada fácil, sobre todo por la cuestión burocrática que implica la migración. “Tuvimos que esperar más de un año de procesos y cumplimiento de requisitos, hacer mucho papeleo y acompañarnos en las emociones que generaba toda la incertidumbre del futuro”, señaló.

“Mi manera de migrar fue una de las más seguras y privilegiadas, pero la migración tampoco es un tema que se debe romantizar porque cuesta empezar de cero en la escala social. Es un proceso muy frustrante y agotador”, comentó Gloria.

Creo que la realidad de nuestro país te corta las alas y te impide soñar posibilidades de acuerdo a tus circunstancias: tu identidad de género, orientación sexual, etnicidad, nivel socioeconómico, discapacidad y ciertas enfermedades

Gloria Pérez, psicóloga paraguaya, migrante y orgullosamente lesbiana

“Realmente para mí fue muy impresionante porque jamás me imaginé vivir una cosa así. Creo que la realidad de nuestro país te corta las alas y te impide soñar posibilidades de acuerdo a tus circunstancias: tu identidad de género, orientación sexual, etnicidad, nivel socioeconómico, discapacidad, ciertas enfermedades, etcétera”, explicó.

“Hay cosas que directamente ya no aparecen en el imaginario de las personas cuando percibe el entorno de una manera amenazante. Creo que casarme me devolvió esperanzas para realizar muchas otras cosas que creí que no sería capaz de hacer por ser lesbiana y contar con leyes que protejan mi identidad aumentaron mi calidad de vida y mi salud mental”, resaltó.

Ana Laura y Brandi: una amistad que se transformó en familia

Matrimonio igualitario en Paraguay.
Ana Laura Abente (izquierda) y Brandi Gehlen (derecha) se casaron en Costa Rica en 2021 y festejaron su matrimonio en Paraguay en mayo de 2022. Foto: Andrés López Moreira.

La historia de Ana Laura y Brandi también tiene sus particularidades, sobre todo por la larga amistad que las unió antes de convertirse en pareja. “Brandi y yo nos conocimos en el 2009 y mantuvimos una amistad durante casi 9 años. En el 2018 se alinearon los astros y empezamos una nueva y hermosa vida juntas. Poco después de oficializar nuestra relación empezamos a hablar de casarnos, pero se vino la pandemia y nuestras prioridades cambiaron”, relató Ana Laura.

Pero la vida les dio la oportunidad de concretar su sueño, pese a vivir en Paraguay, un país que no legaliza aún el matrimonio entre personas del mismo sexo. “Cuando se relajaron un poco las restricciones y podíamos viajar, decidimos ir a Costa Rica a casarnos por ley en septiembre del 2021″, recordó.

¿Por qué esperar si tenemos varias opciones? Muchos países reconocen el matrimonio igualitario y no tenemos por qué esperar a que Paraguay reconozca los derechos de todos sus ciudadanos

Ana Laura Abente, paraguaya y orgullosamente lesbiana

“¿Por qué esperar, si tenemos varias opciones? Muchos países reconocen el matrimonio igualitario y no tenemos por qué esperar a que Paraguay reconozca los derechos de todos sus ciudadanos”, reflexionó, y recordó que pese a casarse lejos de su tierra, su cultura estuvo presente en ese momento.

“Nuestro casamiento en Costa Rica fue mucho más de lo que nos imaginamos. La jueza que nos casó se convirtió en una amiga. La ceremonia fue perfecta, nos leyó un poema de Elvio Romero. Fue una ceremonia íntima, pero con detalles que la hicieron inolvidable”, rememoró.

Matrimonio igualitario en Paraguay.
Ana Laura Abente (izquierda) y Brandi Gehlen (derecha) residen actualmente en Estados Unidos. Foto: Andrés López Moreira.

Recomienda a las parejas que no esperen a que la ley cambie

Ana Laura señaló que tiene la esperanza de que algún día Paraguay reconozca el matrimonio igualitario. “Realmente duele cuando escucho a políticos diciendo que Paraguay defiende la familia siendo que ante la ley paraguaya mi familia no existe, no tiene derechos, y eso es discriminación”, reclamó.

Pese a su esperanza, recomienda a las parejas que tengan el sueño de casarse que no esperen a que algo cambie.

¡Háganlo! No esperen a que Paraguay cambie, pueden pasar varias vidas. La vida es hoy, el amor no tiene nacionalidad. Hay lugares hermosos y personas que se dedican a hacer sueños realidad

Ana Laura Abente, paraguaya orgullosamente lesbiana

“¡Háganlo! No esperen a que Paraguay cambie, pueden pasar varias vidas. La vida es hoy, el amor no tiene nacionalidad. Hay lugares hermosos y personas que se dedican a hacer sueños realidad”, animó.

Ana Laura dijo que su boda fuera del país no impidió que celebren su amor también en Paraguay, con el cariño de sus familias. “Tengo la bendición de tener familia que me ama y me apoya de forma incondicional. Tuvimos una hermosa fiesta con mi familia paterna y mi familia materna. Muchísima gente festejando nuestro amor”, comentó emocionada.

Horacio y Rodrigo: el amor contra el sistema

Horacio y Rodrigo emocionados el día de su boda. Gentileza/ Julio Zárate.
Horacio Panza (izquerda) y Rodrigo Galeano emocionados el día de su boda. Gentileza/ Julio Zárate.

La historia de Horacio y Rodrigo es una verdadera muestra de que el amor lo vence todo. Al igual que otras parejas, lo suyo arrancó como una amistad muy fuerte, hasta que un día eso cambió. “Teníamos una conversación constante, pero después ya era raro no hablar todos los días. Cada uno esperaba la llamada del otro cada día y, en un ida y vuelta, los dos caemos en cuenta de que estábamos enamorados”, recuerda Horacio.

Ante esta nueva realidad, deciden hacerse novios y aunque para Horacio el matrimonio siempre fue una ilusión, la realidad de nuestro país lo obligó siempre a reprimir ese deseo. “Como que autocensure ese deseo y todo ese sueño que tenía de casarme y de todo lo que conlleva la experiencia de casarte, del traje, de la ceremonia y de los invitados y la decoración y todo lo apagué automáticamente porque en mi mente era, bueno, cómo me voy a casar en un país donde no puedo hacerlo”, confiesa.

“Como que autocensure ese deseo y todo ese sueño que tenía de casarme y de todo lo que conlleva la experiencia de casarte, porque en mi mente era, bueno, cómo me voy a casar en un país donde no puedo hacerlo

Horacio Panza, orgullosamente gay

Recuerda también que los planes juntos empezaron a surgir, comprar un terreno, mudarse juntos, pero la idea del matrimonio siempre estuvo ahí latente y presente en sus conversaciones, hasta que la boda de una amiga de su infancia le cambió la perspectiva.

Xime Mendoza, mi mejor amiga me dijo: Ori, yo quiero que vos oficies mi ceremonia. Ella nos ayudó a entender que, finalmente, el matrimonio es más que un papel, un documento o religión y que nosotros podíamos tener nuestro propio matrimonio, lo único que necesitábamos era amor y personas que nos quieran”, cuenta emocionado.

Horacio y Rodrigo recibiendo el amor de sus familias. Gentileza/ Julio Zárate.
A la izquierda: Horacio Panza recibiendo el cariño de sus padres. A la derecha, Rodrigo Galeano "fundido" en un abrazo con sus padres.

Amor, familia y amigos

Una de las cosas que más emociona a esta pareja es contar con el amor de sus familias y amigos. Horacio cuenta siempre recibió el cariño de la familia de Rodrigo.

“Siempre nos impresionó cómo, siendo parte de una religión tan estricta, tan cerrada, cómo el amor cambia todo, cómo el amor te puede enseñar a ver otros puntos de vista. Y fue algo muy lindo verles ahí a todos, a pesar de nuestras diferencias de creencias, políticas, de religión, cómo todos estábamos unidos por un bien común que era celebrar el amor”, cuenta.

Finalmente, el matrimonio es más que un papel, un documento o religión y que nosotros podíamos tener nuestro propio matrimonio, lo único que necesitábamos era amor y personas que nos quieran

Horacio Panza, orgullosamente gay

Para ellos, el apoyo de sus seres queridos, familias y amigos fue sanador. Pese a algunas reacciones negativas que la publicación de su boda pudo tener, consideran que dar a conocer ceremonias como la suya puede ayudar a que la gente comprenda que solo se trata de dos personas que se aman y del amor de sus familiares y amigos.

“Queremos creer que sí, queremos creer que esto que hicimos fue también para visibilizar, para volver a traer el tema, el debate a la mesa, para volver a plantear de que hay una minoría en Paraguay que no está siendo reconocida en sus derechos”, concluye.

Karen y Leda: amor y resistencia

Karen Ovando y Leda Sostoa, una de las primeras parejas de mujeres paraguayas en contraer matrimonio.
Karen Ovando y Leda Sostoa, una de las primeras parejas de mujeres paraguayas en contraer matrimonio.

La boda de Leda Sostoa y Karen Ovando es una de las primeras que se conoce entre dos mujeres paraguayas. Para casarse de manera legal tuvieron que viajar a la Argentina, donde el matrimonio igualitario está reconocido desde el año 2012. “Nos conocimos con Leda hace más de 10 años, por medio de una amiga. Empezamos a salir a los pocos meses y la relación creció rápidamente, así que nos mudamos juntas e hicimos una vida de pareja como cualquier otra”, contó Karen a ABC días atrás.

Contó que al mismo tiempo comenzaron a activar políticamente en algunos espacios, tanto físicos como en redes sociales, lo que les generó represalias y respuestas negativas de parte de sus seguidores y conocidos.

Después de un tiempo hablamos de la idea de casarnos y al hacerse todo tan público, ya que la noticia salió en varios medios, los ataques fueron peores.

Leda Sostoa, orgullosamente lesbiana y militante

“Después de un tiempo hablamos de la idea de casarnos y al hacerse todo tan público, ya que la noticia salió en varios medios, los ataques fueron peores. Para ese entonces yo ya estaba trabajando en otra radio, en la cual solo duré dos años porque creo que mi figura militante no atraía el enfoque más comercial y oficialista (conservador) que estaban tomando”, contó.

Aseguró que la decisión de casarse fue tanto romántica como política, que luego de ese gran paso se consolidaron aún más como pareja y como profesionales por lo que comenzaron a trabajar juntas en proyectos laborales. En la actualidad no solo son pareja, también son socias comerciales y compañeras de trabajo, llevando adelante una radio online.

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