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“En los últimos años, fuimos testigos de cómo la delincuencia organizada transnacional ha impactado negativamente en la seguridad de nuestras sociedades, afectando significativamente a los sectores más vulnerables. Estos grupos delictivos evolucionan constantemente, se organizan de forma óptima, con el respaldo de significativos recursos ilícitos y no respetan fronteras físicas ni digitales. Ante este escenario, actuar coordinadamente no es una opción; es un imperativo!”, enfatizó el diplomático paraguayo durante su discurso ante la asamblea general de la OEA que concluye hoy su 54° sesión.
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América Latina sufre el flagelo del crimen organizado, causando estragos en varios países y golpeando incluso a los mismos gobiernos. Los países asistentes en esta asamblea centran su interés en la búsqueda de mecanismos que les permita frenar a las mafias del narcotráfico, lavado de dinero y ciberataques.
“Esta no es una batalla que podamos encararla de manera aislada…”Integración y Seguridad para el Desarrollo Sostenible de la Región” es un lema que nos insta a asumir esa gran responsabilidad. Queremos que nuestros habitantes se sientan seguros, que las empresas encuentren condiciones para generar empleo y oportunidades; y que el desarrollo sea, más que una expresión de deseo, una realidad tangible en nuestro Hemisferio”, abogó el vicecanciller paraguayo.
En otro momento de su alocución, Verdún dijo que “combatir la pobreza en las Américas es una prioridad clara. Muchos ciudadanos enfrentan una batalla diaria por su supervivencia, y no podemos dar la espalda a esta dolorosa realidad. La disminución sustancial de la pobreza, es una de las mayores deudas pendientes en nuestra región que no debemos claudicar. Una sociedad próspera es menos vulnerable a las amenazas de seguridad y constituye una base sólida para la democracia y la consolidación de los derechos humanos”.
Propiedad privada
Verdún enfatizó que “Paraguay está convencido de que el empleo digno es el medio más efectivo para lograrlo. Para impulsar la inversión y el emprendimiento -verdaderas fuentes de oportunidades- tenemos el deber de asegurar las condiciones propicias en nuestros países. Debemos garantizar el derecho a la propiedad privada; una economía de mercado sólida, con disciplina fiscal, y un entorno regulatorio que promueva la expansión del comercio y las inversiones a nivel global” y agregó que “también es fundamental, salvaguardar la seguridad jurídica y la igualdad ante la ley, como pilares del Estado de Derecho. Tenemos que reforzar la institucionalidad, para que ningún privilegio injusto surja de las leyes o su aplicación. Combatir la corrupción y la impunidad es urgente en este camino”.