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Pescadores de Ñeembucú enfrentan una crisis por la escasez de peces debido a la bajante de los ríos Paraguay y Paraná. La presidenta de la Asociación de Pescadores de la Ciudad de Pilar, Lourdes Rojas, explicó que la situación es muy crítica en el sector.
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“En toda la zona que nos corresponde desde el río Tebicuary hasta cerca de Humaitá no hay pescado. Trabajamos a pérdida, porque nuestros elementos de pesca son cortados por las palometas o pirañas. Si tenés suerte, podes sacar un surubí o de otra especie, pero no hay nada ahora”, expresó Lourdes Rojas.
Apuntó a las autoridades nacionales por no tener en cuenta a los pescadores, que ya habían dejado de trabajar durante el periodo de mal tiempo o inundaciones por intensas y continúas lluvias desde hace más de dos meses.
“También fuimos afectados por el tiempo porque no pudimos salir a trabajar, pero las autoridades no nos tienen en cuenta para asistirnos. Ahora debemos pagar nuestra licencia de pesca y no tenemos plata”, indicó Rojas.
Recordó que en la ciudad de Pilar existen tres asociación de pescadores y que todos trabajan en forma conjunta “Nosotros estamos unidos, somos tres asociaciones y en total somos aproximadamente 350 miembros” señaló.
Río Paraná
En la misma situación se encuentran los pescadores del río Paraná, principalmente de la zona del distrito de General José Eduvigis Díaz.
El presidente de la Asociación de Pescadores de General Díaz, Marciano Acuña, expresó preocupación por la situación económica que enfrentan. “Económicamente nos encontramos en una situación muy difícil porque no sale el pescado”, indicó.
Agregó que el principal canal del río, donde abundan los peces, está del lado argentino, restringido para el acceso de los pescadores paraguayos.
“No hay pescado, no sale, nuestro trabajo es muy sacrificado y eso deben entender las autoridades, porque hasta ahora no recibimos ayuda”, reclamó Acuña.
En Ñeembucú se estima que 1.546 pescadores tienen licencia profesional para la actividad de pesca, quienes dependen completamente de esta labor para su sustento.
La escasez de peces no solo ha afectado su capacidad de trabajo, sino que también ha disparado los precios del pescado en el mercado. Actualmente, el kilo de surubí se vende a 42.000 guaraníes, el dorado a 37.000 guaraníes y el pacú a un precio similar.