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Tras casi dos meses del inicio de las inundaciones en el departamento del Ñeembucú ocasionadas por las grandes precipitaciones las comunidades están sumidas en el abandono. Principalmente causó pérdidas de cultivos agrícolas de autoconsumo y de renta.
Las inundaciones también desnudaron las falencias en materia de infraestructura vial que los pobladores vienen reclamado desde hace tiempo a las autoridades departamentales y nacionales.
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El tramo vial de 98 km que une la ruta PY04 con San Jorge del distrito de Tacuaras se encuentra en pésimas condiciones, principalmente en la compañía Tacuara’i, donde muchos vehículos quedaron empantanados.
Según Fiorella Servín, estudiante de la zona, en la zona no recibieron equipos de vialidad para ayudar a desaguar y reconstruir el camino. “Hasta ahora no ha llegado ninguna maquinaria, el camino está feo, la gente se tranca, no se puede cruzar”, señaló.
Indicó que los pobladores salen en tractor cada 15 días hasta la ruta PY04 y luego toman un colectivo para poder llegar a Pilar para hacer compras de alimentos. “Nosotros salimos en tractor con acoplado que nos provee el intendente de Tacuaras. En ese llegamos hasta la ruta PY04 y luego nos vamos en colectivo hasta Pilar en busca de comida. El viernes vamos a ir de vuelta”, precisó la estudiante.
MOPC no da abasto por falta de maquinarias
El jefe del Distrito 12 del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ingeniero Pedro Cantero, señaló que están trabajando en varios frentes, pero que no dan abasto debido a que no cuentan con suficiente maquinaria.
“Estamos trabajando en varios frentes, no damos abasto, no tenemos suficiente maquinaria y se hace lo que se puede. Estamos en la zona trabajando; ahora llegamos a la localidad de Duarte Cué, hay mucha agua sobre el camino y eso dificulta el trabajo. Queremos aprovechar estos días sin lluvias para intensificar los trabajos. Pero es muy lento, es todo muy complicado, pero hacemos lo que podemos”, destacó.
Emergencia no pasa de los papeles
El departamento de Ñeembucú fue declarado en situación de emergencia por 90 días mediante la Ley N° 7.273 promulgado el 13 de mayo. Dispone que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la gobernación y municipalidades del duodécimo departamento destinen los recursos presupuestarios necesarios para mitigar los efectos de las inundaciones en todo el territorio afectado, así como resguardar a la población damnificada e iniciar programas para la recuperación de sus medios de vida.
También dispone que el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) realice un plan de manejo de los recursos hídricos en armonía con los humedales del Ñeembucú.
Los gobiernos recurren a las declaraciones de emergencia para poder asistir con urgencia a los damnificados, evadiendo los trámites burocráticos para contrataciones de servicios y compras. Sin embargo, ya pasaron quince días y la ayuda a los afectados es prácticamente nula.