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La lenta respuesta del Gobierno Nacional ha generado malestar entre los afectados, que ascienden a 4 mil, según los datos recogidos de los municipios afectados.
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Los pobladores damnificados de la ciudad de Pilar demandan la intervención del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) con técnicos especializados en hidrología para realizar un estudio profundo de la situación y elaborar un plan para mitigar los daños ambientales en la zona, principalmente por la construcción de los terraplenes dentro de los establecimientos ganaderos y los reservorios de agua por parte de los productores de arroz.
Los lugareños consideran que la construcción de los terraplenes y los reservorios de agua en los arrozales son los principales factores que obstaculizan el escurrimiento de las aguas en los cauces hídricos de los arroyos Ñeembucú, Montuoso y Las Hermanas.
Además, instan a la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, a revisar la construcción de la fase A de la defensa costera de Pilar. Aseguran que el diseño del canal de derivación y la estación de control hídrico construida sobre el arroyo Ñeembucú presentan fallas que contribuyen a la crisis actual.
El desmoronamiento de una parte de la estación de control hídrico ubicado en el barrio Yataity de la ciudad de Pilar ha encendido la alarma entre los pobladores de las compañías Valle Apu´a, Camba Cuá y Medina, quienes son lo más perjudicados por la inundación y viven desde hace 22 días en el agua.
La declaración de emergencia por parte de la Municipalidad de Pilar incluye la solicitud para la revisión de la obra de la defensa costera por parte del MOPC. Asimismo, establece el proyecto de ley aprobado en el Congreso Nacional y que ahora pasa a manos del Poder Ejecutivo para su promulgación o rechazo.
Cauces hídricos
A pesar de la limpieza de cauces hídricos con retroexcavadoras, las aguas continúan avanzando, dejando a poblados como Belén, Tacuara’i, Duarte Cué, Punta Diamante y San Jorge totalmente aislados y en necesidad desesperada de ayuda integral.
Los pobladores de Belén, distrito de Tacuaras, claman por más asistencia de parte del Gobierno nacional. La zona quedó desprovista por la falta de caminos, los accesos principales están cortados y bajo agua y el lugar se encuentra impenetrable.
Limpian cauces a mano
Los pobladores de Laguna Itá, distrito de San Juan de Ñeembucú, se han unido en labores de desagüe, evidenciando la solidaridad en medio de la adversidad. El descontento está en aumento debido a la falta de acción por parte del intendente municipal, Sixto Armoa (ANR-cartista), y el gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR-cartista).
Los lugareños se sienten engañados luego de que ambas autoridades prometieran proporcionar maquinaria para la limpieza de los cauces hídricos; sin embargo, la retroexcavadora enviada para llevar a cabo esta tarea llegó descompuesta, dejando a los pobladores sin más opción que emprender ellos mismos la labor con herramientas manuales.
Armados con palas, azadas y baldes, los pobladores se han unido para desaguar y restaurar el camino, que se ha vuelto prácticamente intransitable debido a la acumulación de agua.
El incumplimiento de las promesas por parte de las autoridades ha generado indignación entre los habitantes de Laguna Itá, quienes esperaban contar con el apoyo necesario para resolver esta situación que afecta su calidad de vida y movilidad dentro de la comunidad.
La falta de acción gubernamental ha llevado a los habitantes a tomar medidas por sí mismos, demostrando una vez más su capacidad de organización y resistencia ante la adversidad.
Los pobladores aseguran que si no obtienen respuestas realizarán una gran manifestación con cortes de rutas en la entrada principal de San Juan de Ñeembucú.