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“Enseñarles a leer es una gran satisfacción. La primera vez que estuve frente a un grupo fue hace 24 años en una escuela privada. Fue todo un desafío. Me designaron trabajar con niños del primer grado. Allí estuve cuatro años. En mi mente dije: ¿Cómo voy a hacer para que todos estos niños puedan leer? pero con el correr de los meses logré el objetivo”, explicó Norma Nélida Cardozo.
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La siguiente institución donde continuó con su labor de docente fue en la Escuela Básica 3.652 San José Obrero de la ciudad de Fernando de la Mora. Para ella, enseñar se ha convertido en algo más que cumplir con su horario laboral, porque no solo educa para que sus alumnos adquieran conocimiento, sino para que durante el proceso de la enseñanza haya mucha diversión.
La maestra de primer grado, cuenta que debido a las largas horas de contacto con sus alumnos se ha creado un vínculo afectivo y familiar muy importante. “En la Escuela San José Obrero tenemos jornada extendida, son más de ocho horas con los niños, y hemos creado un vínculo familiar y afectivo entre todos”, comentó Cardozo.
Ambienta su clase todos los años
Cada año, antes de iniciar las clases, ambienta su aula con mucho amor. Cree que preparar el lugar donde pasará durante todo un año con sus alumnos es muy importante. Menciona que en un buen ambiente pedagógico indefectiblemente fluirá sin ningún problema la enseñanza.
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“Esto es algo que entre todas mis compañeras implementamos. Somos muy unidas. La directora es una compañera más que nos acompaña en todo momento con su liderazgo como directora. Formamos un equipo muy bueno. Cada uno de los docentes preparamos nuestras aulas. Incluso ambientamos los corredores para que nuestros alumnos se sientan a gusto”, relata.
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Explica, que la labor de una maestra da la oportunidad a los docentes de cambiar la vida de un alumno. Para ella cada uno es importante. Relata que ha pasado por muchas situaciones durante estos años de enseñanza, y que muchas veces tuvo que dar más de lo que un docente puede dar en clases.
Se jubilará con bastón
Entre risas dijo que es la maestra abuela, y se jubilará con bastón. “Tengo 60 años, y me jubilaré a los 67 años. Con bastón. Toda vez que Dios me dé salud para poder jubilarme, porque es un ciclo que cualquier trabajador quiere cumplir. Luego quisiera armar un taller de Atelier de pintura, que será un ambiente de terapia para los que quieran asistir”, concluyó con más risas.