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El director del Hospital Regional de Ciudad del Este informó sobre el estado de salud de la bebé Milagros, quien nació con solo 27 semanas de gestación y no presentó latidos, por lo que se trató de un caso de muerte aparente, hasta que sus familiares notaron signos vitales en pleno velatorio.
El galeno contó que este es el séptimo día de internación de la bebé en la unidad de cuidados intensivos, y que uno de los factores que les juega en contra es el bajo peso extremo de la niña al nacer.
Resaltó que se trató de un estado de prematurez extrema, pues la niña ni siquiera había cumplido seis meses de gestación.
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Con pronóstico reservado
La pequeña paciente está conectada a un respirador, en estado delicado y con pronóstico reservado. Pese a todo, la consideran estable.
Por otro lado, se le realizaron dos transfusiones, una de ellas de plaquetas. Disminuyeron unos parámetros y está con sedación intermitente con morfina.
Lo positivo es que ya no está presentando convulsión, tal y como ocurrió en su segundo día de internación.
La menor está siendo alimentada con nutrición parenteral y actualmente pesa 390 gramos.
Se realizó una reunión de pediatras en la que revisaron bibliografía para determinar ante qué caso se encuentran.
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Familiares notaron cambios en coloración de la piel
La madre de la bebé, oriunda de Minga Guazú, se presentó al Hospital Regional de Ciudad del Este la semana pasada con 27 semanas de gestación y un cuadro de preeclampsia más una serie de complicaciones.
Tuvo que ser inmediatamente intervenida e ingresó para una cesárea. Cuando el equipo médico recibió a la bebé, esta estaba sin latidos.
Una vez que se verificó bien la ausencia de signos vitales se comunicó la aparente muerte a los familiares.
En medio de los trámites para obtener el certificado de defunción, transcurrieron dos horas, y luego el padre trasladó el feto hasta el kilómetro 16 Minga Guazú.
Siendo las 15:30 de aquel día, durante el rezo mientras “velaban”, a la bebé, una tía administró el agua de socorro (lo que es considerado una tradición religiosa para niños muy enfermos o recientemente fallecidos) y comenzó a notar cambios en la coloración de la piel, e inmediatamente llevaron a la recién nacida a urgencias, donde se constataron latidos y se la pasó a una incubadora.
No fue catalepsia
Si bien primero se habló de catalepsia (estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales) posteriormente el médico forense Pablo Lemir explicó que se trataba de un caso de muerte aparente, actualmente denominado Evento Breve Resuelto de Causas Inexplicables (Brue, por sus siglas en inglés). Se descartó catalepsia porque esta se da solamente en personas adultas y con patologías como la epilepsia, trastornos siquiátricos, etcétera.
El doctor Federico Schroeder explicó que la literatura describe que los bebés recién nacidos pueden hacer periodos de apnea prolongados, debido a que no tienen maduración pulmonar. Se trata de un caso aún inexplicable para la ciencia.