Cargando...
Cada vez más personas optan por comprar la chipa de los productores de Caacupé en Semana Santa. El aumento de la cotización de la materia prima para preparar el tradicional alimento inquieta en el sector que se dedica al rubro, pero aseguraron que mantendrán el precio.
Lucía Riquelme, chipera del barrio Daniel Escurra de la ciudad de Caacupé, tiene su puesto frente a la Basílica. Explicó que el alto costo de los ingredientes para la elaboración del tradicional alimento afecta a numerosos chiperos del departamento de Cordillera, pero que en la Villa Serrana seguirán manteniendo los precios de sus productos para evitar perder clientela.
Lamentó que tengan que pasar por esta situación, atendiendo que muchos dependen exclusivamente de las ganancias que obtienen de la venta de chipa para mantener a su familia.
La chipa argolla grande venden a G. 5.000 y la chica a G. 2.000. Comenzaron a agendar pedidos especiales para Semana Santa, explicó Riquelme.
Lea más: Caacupé: la chipa y la sopa serán más caras en Semana Santa
Ventas cambiaron
La trabajadora se dedica a la venta y producción de chipa desde hace más de 30 años. Resaltó que el volumen de ventas cambió mucho porque ahora la gente prefiere comprar de las casas comerciales y no de las chiperas que tienen sus puestos en la calle.
“Antes podíamos sustentar a nuestras familias tranquilamente con lo que vendíamos los domingos, pero ahora tenemos que venir incluso entre semana para ver si no ganamos un poco más”, expresó Riquelme.
Detalló que ante la suba de cotización de todos los productos de la canasta básica familiar ni los chiperos ni los grandes comerciantes están pasando por un buen momento. Por eso muchos se ven obligados a elevar el precio de sus productos, pero eso ahuyenta a la clientela, insistió.
Lea más: El consumidor resiente el efecto de la inflación acumulada
Pedido a las autoridades que intervengan
Ante el aumento de precios de todos los productos que se requieren para la elaboración de la chipa, Lucía Riquelme pidió que las autoridades pertinentes intervengan, ya que los más afectados son los trabajadores con puestos en la calle que tratan de llevar el pan de cada día a sus hogares.
“Ahora todo está demasiado caro y los pobres así no podemos sobrevivir”, dijo la chipera.
El huevo que antes estaba a G. 25.000 ahora está a G. 40.000 la plancha, el queso estaba a G. 26.000 y ahora se vende a G. 30.000 el kilo, la harina de maíz estaba a G. 7.000 y ahora a G. 10.000 el kilo, precisó Riquelme.
“Todo está muy caro y pedimos que las autoridades se pongan en los zapatos de los trabajadores humildes que luchamos todos los días para salir adelante”, expresó Lucía Riquelme.