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“Todo hay que comprar”, es el reclamo que hacen los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), que pese a sus aportes mensuales, no encuentran en el seguro social la atención a la salud que merecen. Actualmente, el vademécum o lista de medicamentos de la previsional no cuenta con 39 ítems, entre los que destacan las drogas contra el cáncer y la diabetes, principalmente, al tratarse de patologías que causan miles de muertes por año en Paraguay.
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Además de las medicinas oncológicas que están en falta, algunas de costos que superan los G. 40 millones, la previsional no dispone de numerosos fármacos básicos, de alta rotación o demanda.
En la lista de stock cero, se encuentran por ejemplo medicinas como el diclofenac, que además no cuenta con orden pendiente de entrega de alguna empresa proveedora. El IPS tampoco dispone actualmente de analgésicos antipiréticos, como la dipirona, un fármaco con altísima rotación, que tampoco tiene orden de entrega pendiente.
Otras medicinas de alta demanda que están en completa falta son, el ketorolac, leuprolide, omeprazol, ciprofloxacina y ceftriaxona. Este último, con orden pendiente de entrega de 48.452 comprimidos.
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Entre los fármacos que están disponibles, pero con un limitado stock, para una duración de pocos días o semanas, se encuentran por ejemplo la prednisona, con stock para 10 días; pregabalina, con disponibilidad para 15 días; salbutamol, con stock para 15 días, y telmisartan, también con un saldo para 15 días.
A esta lista se suma la medicina clorfeniramina, con stock de 342.420 comprimidos, para un tiempo de 40 días aproximadamente.
IPS tampoco tiene medicamentos para tratar enfermedades cardiacas y de la sangre
En el listado de medicinas faltantes, hay también fármacos utilizados para tratar dolencias cardiacas, como la digoxina. La previsional tampoco cuenta con drogas utilizadas en hematología, como lenalidomina, melfalán y bendamustina.
A esta lista se suman las medicinas oncológicas, como Enzalutamida 40 mg, una droga cuyo precio ronda los G. 40 millones y, Pembrolizumab 100 mg, que cuesta unos G. 22 millones por ampolla.
“Todo se compra; nada está mejor”, lamentan los asegurados del seguro social, principalmente aquellos pacientes crónicos que además de aportar mensualmente al IPS, deben comprar sus medicinas cada mes, gastando un promedio de por lo menos G. 400 mil.
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“Pasaron meses ya y no hay licitaciones para la compra de medicamentos y mantenimiento de equipos médicos. Le echan la culpa a las anteriores administraciones”, criticó un asegurado que omitió su nombre.
Ante las reiteradas denuncias de las últimas semanas, el doctor Carlos Morínigo, gerente de Salud del IPS, afirmó que en el seguro social están haciendo “malabarismo” para dar soluciones.