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La enfermera obstetra Paola Narváez presentó quejas antes la oficina de Recursos Humanos por altercados con compañeras de trabajo, que desencadenaron en supuestos malos tratos verbales del jefe de enfermería, Joel Caballero. La denuncia llegó hasta el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSBS), pero el único resultado fue el apercibimiento por conducta irrespetuosa, según el escrito.
La amonestación de Narváez se debió supuestamente a su negativa a cubrir un turno, como lo detalla el descargo presentado por Caballero. “Su jefa le pidió que cubra a una compañera que justificó su ausencia, pero Paola se negó a cubrir. Ella debió acatar las órdenes y posteriormente presentar su queja. Según nuestras averiguaciones, otros compañeros presenciaron cómo ella levantó la voz al licenciado Caballero. Luego de escuchar a ambas partes, determinamos nuestra decisión””, explicó Ana María Zunilda González, responsable de Asesoría Jurídica del Hospital.
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González señaló que Narváez no siguió los protocolos de denuncia establecidos, lo que limitó el análisis de la situación a la discusión entre las enfermeras y al descargo presentado por Caballero. Enfatiza que las denuncias de cualquier tipo deben realizarse formalmente en Recursos Humanos para que puedan tomar las medidas correspondientes.
Por su parte, Narváez afirma que el licenciado presentó testigos falsos y sostiene que las dos jefas de servicio que Caballero presentó como testigos no estuvieron en la discusión con el licenciado.
Tanto Narváez como las demás enfermeras, que supuestamente reciben malos tratos por parte del jefe de Enfermería, no confían en las investigaciones de estas dos dependencias del Hospital y sienten temor de perder su puesto laboral, ya que la denunciante fue apercibida por el simple hecho de haber denunciado.
Antecedentes de un caso similar en el hospital de Luque
Delia Álvarez, una ex enfermera del Hospital General de Luque, denunció públicamente ser víctima de acoso sexual por parte de su superior. La denuncia fue realizada en agosto de 2021, sin embargo, hasta julio del 2022 no se tomó medidas necesarias para protegerla. El presunto acosador permaneció en el mismo servicio que ella.
Álvarez lamentó en su momento la falta de acción por parte del Ministerio de Salud y de sus superiores en el hospital, incluyendo Joel Caballero.
Según declaraciones dadas en su momento a un medio de comunicación, la mujer se sintió indignada por el silencio corporativo tanto del Ministerio de Salud como del Hospital General de Luque, quienes minimizaron lo sucedido llamándose al silencio.