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“Me dejó en la calle”, refirió Gabriela Villasanti González, madre de una pequeña de 4 años luego de que el padre de la niña, su expareja Sergio Denis Arzamendia Florentín, haya vendido su casa del barrio CCR de Araujo Cué aprovechando que ella estaba en su trabajo en Curuguaty.
La recurrente contó que luego de retornar de su labor diaria, encontró que sus pertenencias estaban tiradas en la calle y su vivienda poblada por personas que le dijeron haber adquirido el inmueble de su expareja.
Esta situación fue puesta a conocimiento del juez de paz de Curuguaty, Abog. José López, quien llamó a una audiencia por separado para ambos en el día de la fecha.
Según la abogada Patricia C. Rodríguez, que asiste solidariamente a la mujer, Arzamendia Florentín ya cuenta con dos denuncias por violencia intrafamiliar que datan del año 2021 y de este año. De hecho, la denunciante reveló que su expareja siempre le mantiene bajo amenaza de muerte para que no vuelva a tener pareja, a pesar de que él ya tiene su nueva concubina desde hace un año cuando se separaron.
Gabriela ya recibió apoyo psicológico en la sede regional del Ministerio de la Mujer y no se descarta promover un amparo constitucional para recuperar su vivienda que construyó junto con su expareja cuando convivían, según dijo.
El denunciado ya tenía prohibido acercarse a la mujer por orden del juzgado de paz, desde donde se ordenó a la policía realizar controles aleatorios a la vivienda para evitar el acercamiento a la casa donde residía la mujer con la hija de ambos.