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La decisión de cerrar temporalmente la costosa costanera de Saltos del Guairá fue tomada por el intendente Héctor Morán (ANR-HC) debido a dos casos de accidente con electricidad registrados en la peatonal del espacio público en los últimos días. Un niño y un adulto recibieron choques eléctricos mientras caminaban por el lugar.
En el comunicado oficial la institución señala que el cierre de la costanera es por motivo de mantenimiento general, verificación del sistema eléctrico y demás comodidades como parques, sanitarios, entre otros.
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“Estaremos trabajando para salvaguardar la vida y garantizar la seguridad y la comodidad de todas las familias que visitan nuestra costanera”, indica parte del escrito.
Según el vocero de la institución, Eduardo Alonso, en principio el cierre será apenas de unos días y podría rehabilitarse este fin de semana.
Problema constante
Las instalaciones eléctricas de la costanera son totalmente subterráneas y viene registrando problemas desde el inicio tras su inauguración en el año 2020. El punto más grave de la situación fue la muerte por electrocución de un menor de 15 años en octubre del año 2022. Falleció cuando ingresó al paso peatonal del segundo puente sobre el río Piratiy construido dentro del paquete de obras.
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Fue igualmente una constante el corte de energía del alumbrado que recorre todo el trayecto de aproximadamente 1.500 metros de asfaltado, ciclovía y peatonal donde gran cantidad de persona acuden diariamente. El principal problema, según los técnicos de la Municipalidad es el tipo de cable que fue empleado en la construcción, que no es el material adecuado para un sistema subterráneo.
Además, el sistema eléctrico de la costanera fue blanco de constantes robos de cables que fue facilitado por la falta de protección antirrobo en las instalaciones.
Costosa y de poca calidad
La costanera de Saltos del Guairá fue inaugurada el 18 de diciembre del año 2020 (hace apenas 3 años) y costó G. 144.000 millones, con una erogación de G. 115.000 millones de la Municipalidad y G. 29.000 millones aportado por la Itaipú Binacional.
Se convirtió desde entonces en la principal carta de presentación de la ciudad. Sin embargo, al poco tiempo ya empezó a notarse las deficiencias en la obra. La primera en quedarse abandonada fue la playa sobre el río Paraná que nunca pudo habilitarse oficialmente por falta de obras complementarias de seguridad para los bañistas.
Luego desaparecieron las señalizaciones en su mayoría, ya que con la primera tormenta se vinieron abajo por la pésima calidad de los materiales empleados. Actualmente toda la infraestructura necesita de un mantenimiento general, incluyendo el asfaltado que también es pésima calidad.
La administración comunal, a cargo del intendente Héctor Morán, viene proyectando un mejoramiento general de la misma, pero hasta ahora ninguna obra de revitalización a agrandamiento fueron ejecutadas.