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Valentín Espínola y Zuny Vera viven en el barrio Mora Cue, Luque, entre las calles Santa Rosa de Lima y la calle en disputa que no tiene nombre. En el título figura “vía pública” y han utilizado durante 16 años desde que Espínola compró la propiedad.
“Un día aparece un señor diciendo que no es calle y que es propiedad privada. Desde hace dos meses estamos siendo molestados por personas extrañas que se presentan para amurallar el terreno y sin ninguna notificación ni nada amurallaron también la casa de los vecinos”, denuncia Vera.
La familia Espínola urge encontrar respuestas para determinar quién posee la titulación incorrecta. “Nosotros tenemos que llegar a la verdad de todo esto, no hicimos nada malo teniendo en cuenta el título que tenemos nosotros”, menciona Ana Rosa Espínola, hija de la pareja. Además dicen estar seguros que existe un excedente municipal dentro del terreno en cuestión.
“La semana pasada vino un funcionario de la ANDE de nombre Luis Ferreira queriendo desinstalar el medidor. Le preguntamos dónde estaba la orden fiscal y no tenían tal documento”, expresó Espínola y añade que fueron a verificar a la oficina central de la ANDE y no estaba registrada ninguna desconexión.
El supuesto dueño del terreno que figura como vía pública es “Comercial Importadora, productora y exportadora” C.I.P.E.S.A de Narciso Armoa , dato que figura en el plano. En su mensura judicial indica que no hay ninguna calle.
Versión de funcionario municipal
Según Miguel Angel Orrego, funcionario de la dirección de Catastro de la Municipalidad de Luque, el presunto error recae en el escribano que redactó incorrectamente el contrato de compra y venta. “Los planos georeferenciales y las visitas de verificación confirman que el plano actual del terreno linda con el terreno de la familia Espínola y que no hay calle”, dijo Orrego.
La municipalidad se deslinda del problema fundamentando que “pueden usar la otra calle para tener acceso”, sin embargo fue cedido y está construido.
“Es un croquis vacío”
Por otro lado, el maestro de obras identificado como Rodrigo Franco explica que la línea que la familia Espínola interpreta como trazado de calle es un punto de referencia. Añade que, al no haber información en el lado izquierdo del plano, parece un “croquis vacío”. Argumenta que esta falta de datos es común en la idealización de urbanizaciones a medida que los propietarios deciden hacer fraccionamientos.
Valentín Espínola exige a las autoridades que medien en este conflicto. Expresa que no pueden dejarles “atrapados” y que los vecinos afectados están con temor y se llaman al silencio.
El caso pasó a Asuntos Jurídicos del municipio y la familia Espínola no descarta iniciar una demanda al intendente por daños.