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El año pasado, hasta el cierre de noviembre, la generación de divisas del complejo soja sumó US$ 4.557,22 millones, que representó un crecimiento del 97% con respecto al mismo periodo del 2022, que había caído radicalmente, más del 60%, por causa de la sequía en dicha zafra, según el informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Detalla que de todo lo ingresado al país por el complejo soja, un 28%, unos US$ 1.280 millones, corresponde a lo generado por las exportaciones de productos industrializados a partir de la soja, cifra que refleja una caída de alrededor de 20 puntos porcentuales al comparar con el registro a noviembre del 2022.
A su vez, las exportaciones totales, en términos de volumen, de la soja y sus productos derivados hasta el penúltimo mes del año 2023 superó los 8,45 millones de toneladas, lo que duplica con creces el registro al cierre del 2022, aunque todavía es inferior a lo que se había conseguido durante el mismo periodo del 2021.
Destaca que los envíos al exterior de soja en estado natural siguen siendo el principal impulso, representando el 73% del volumen total.
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En cuanto a las exportaciones de aceite, harina y cascarilla de soja, el reporte indica que al cierre de noviembre llegaron a 2,27 millones de toneladas en total, un incremento del 40% con relación al mismo periodo del año 2022, una variación que es considerada porque dicho periodo fue el peor de la historia de la industria aceitera.
Otro rubro agrícola, la exportación de granos de maíz, que el año pasado había alcanzado niveles históricos, continúa con un buen dinamismo, aunque por debajo de los niveles récord del 2022, con una exportación acumulada a noviembre de alrededor de 3,30 millones de toneladas.
En el análisis, Cappro señala que si Paraguay busca mantener el dinamismo que se ha conseguido en las exportaciones durante el año 2023 en el complejo soja, será importante seguir trabajando en mantener la navegabilidad de la hidrovía Paraguay – Paraná, buscando establecer un plan maestro que proporcione mayor previsibilidad de la logística y que facilite mantener la conexión de nuestro país al mundo.
También refiere que el procesamiento acumulado de la soja hasta noviembre quedó por debajo de 2,8 millones de toneladas, y una expectativa de terminar el año con apenas un poco por encima de ese valor, lo que representaría una subutilización de la capacidad instalada superior a los 1,3 millones de toneladas, detalla el material.
Capacidad ociosa del 36%
El procesamiento de soja acumulado al penúltimo mes del año se ubicó en 2.762.651 toneladas, volumen que implica un aprovechamiento de la capacidad nominal del 64%, proporción que todavía está muy lejos de los niveles que podrían considerarse positivos para cualquier industria.
Para principios de este mes se espera que algunas fábricas inicien sus actividades de mantenimiento habituales, esperando la nueva cosecha.