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Cabello presidió la misa en el cuarto día del novenario de la Virgen de Caacupé que tuvo como tema de reflexión: “Orar con la Palabra de Dios”. Durante su prédica habló de la realidad que sufren muchos paraguayos.
Resaltó que la violencia en los hogares y en la sociedad, la corrupción en las instituciones, la delincuencia en la calle, la ambición desmedida y la búsqueda del enriquecimiento ilícito a toda costa, la práctica del fraude, del robo, etc., tienen en gran medida su raíz en una población que no cree en Dios, no le reza, no dialoga con Él.
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Asimismo, también se refirió a la situación que atraviesan los indígenas, que son pisoteados en sus derechos humanos y desalojados con violencia de sus tierras.
“Contemplando a Cristo podremos reconocerlo en los campesinos que son abandonados a su suerte, expulsados forzadamente del campo y obligados a vivir como mendigos en la ciudad”, enfatizó el pastor de Concepción.
En otro momento, el obispo sostuvo: “Si contemplamos de verdad a Cristo, podremos reconocerlo también en las mujeres maltratadas, en las víctimas de abuso y violación; en los niños sin educación, sin salud, sin un cálido hogar”. Añadió que “solo contemplando a Cristo podemos descubrirlo en las personas sin empleo, en los jóvenes sin estudio, sin trabajo, en los enfermos, ancianos y ancianas.
“De este modo, la contemplación no nos separa de la realidad ni nos vuelve pasivos. Al contrario, la contemplación lleva necesariamente de la vida a la acción”, agregó.
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Contemplación y acción
El obispo se preguntó que conversión de la mente, del corazón y de la vida nos pide el Señor?. Qué acciones lo expresan?. “Porque contemplar no es solo mirar asombrado a Dios, sino sobre todo darse cuenta que Dios nos mira con amor y misericordia a todos por igual”, explicó.
“Como vemos en los evangelios, las miradas de Jesús que han ayudado a cambiar la vida de muchas personas, así también contemplando a Jesús, se irá transformando, de tal manera que nuestros ojos los vean como el, que el corazón palpite sentimientos, piense y tenga el coraje que lo caracteriza”, expresó monseñor.
“Contemplando bien a Cristo nos llevará a descubrir a los pobres marginados, que mucho nos hace falta hoy”. “La auténtica contemplación del misterio de Dios de ninguna manera es evasora de la realidad, jamás puede ser “opio del pueblo”, que adormece y tiene amnesia”, aseveró monseñor.
Monseñor Cabello sostuvo que la oración con la palabra de Dios convierte, transforma y compromete en la construcción de una sociedad mejor.
La misa vespertina, a las 19:00, estará a cargo de Mons. Ricardo Valenzuela y será predicada por el sacerdote Tomás Sosa.