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El investigador del Ministerio Público Julio Ortiz logró una condena de un año y medio por acoso sexual para el ex director operativo de la Caminera Reinaldo Giménez Sosa.
Si bien se trata de una pena muy baja -con suspensión a prueba de ejecución-, el caso sienta un importante precedente en la Justicia en materia de evidenciar el acoso sexual como hecho punible condenable.
El agente explicó que solicitó la pena máxima por el mencionado delito, que es de hasta dos años o multa, pero le otorgaron un año y medio.
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Se revocó sobreseimiento a exdirector de la Caminera
No obstante, no fue fácil llegar a la condena, pues en un primer momento Reinaldo Giménez obtuvo el sobreseimiento definitivo.
El fiscal apeló y fue escuchado por la Cámara de Apelaciones. Así se logró revocar la medida y el caso fue a juicio oral, obteniéndose la condena.
Según recordó el investigador, fue difícil demostrar el acoso, pues este tipo de hecho no se realiza en público.
“La víctima desde el 2016 sufrió acoso sexual por parte de su superior jerárquico, en su caso el director operativo de la Patrulla Caminera, el inspector Reinaldo Giménez Sosa. La funcionaria soportó hasta el 4 de febrero de 2019, porque tiene a su madre enferma oncológica y necesitaba el sueldo. Luego, ya era insostenible porque su superior subió al más alto rango dentro de la esfera. Ahí ya no aguantó y denunció”, relató el fiscal Julio Ortiz.
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Promesas de mejor trabajo
El investigador recapituló que la mujer en primer momento era cadete y no percibía sueldo.
“Desde entonces era acosada por el superior, que trasladó a su novio que era también de la Patrulla Caminera a otro lugar, para que ella no tenga defensa y apoyo. Luego, la autoridad fue trasladada y volvió en el 2017 a ese lugar, ya con un grado de ascenso”, continuó contando el fiscal.
Al regresar ya con un mayor cargo, el hombre le seguía insistiendo a la trabajadora a fin de que accediera a relaciones íntimas, ofreciéndole a cambio no hacer más controles ruteros y “estar mejor” en la parte administrativa.
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Comenzaron las represalias
Como ella no aceptó, en represalia, el jefe le imponía guardias de casi 24 horas, con descansos de seis horas.
“La tuvo a maltraer por mucho tiempo. Con esta causa se detectó la existencia de un sistema de acoso, se descubrió que son muchas las víctimas, e inclusive hay algunas que quedaron embarazadas. Hay una que tiene un hijo del hoy condenado”, añadió el investigador de la Fiscalía.
El agente añadió que también los inspectores hombres la pasan mal en cuanto a sus condiciones laborales. “Es una especie de esclavitud, les tienen más de 24 horas haciendo controles”, alertó.
Acosada apeló a “estrategias”
El fiscal continuó detallando que el último día del acoso, cuando la mujer se decidió a denunciar, ella había dejado su puesto un momento para ir al baño a higienizarse.
La situación fue aprovechada por su jefe para convocarle y reclamarle el abandono de lugar de trabajo. La intención del reclamo era lograr que la víctima accediera al chantaje.
Ese día, el superior la tocó y ella se defendió como pudo, escapando del lugar.
Se dirigió a la Asociación de Funcionarias del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, donde fue apoyada e hizo la denuncia.
El fiscal dijo finalmente que, si bien la condena es baja, “es simbólica, pues desde que fue imputado, Giménez Sosa dejó de pertenecer a la Patrulla Caminera”.