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La enfermedad denominada encefalomielitis afecta a personas de todas las edades y puede tener consecuencias graves para la salud del sistema nervioso central. Actualmente se confirma la circulación regional del alphavirus llamado encefalomielitis equina que también puede afectar a humanos.
Existen varios tipos de encefalomielitis
- Encefalomielitis aguda diseminada (EAD): suele ser resultado de una reacción autoinmune que sigue a una infección viral o bacteriana o, en ocasiones, después de la vacunación.
- Encefalomielitis miálgica (EM) o síndrome de fatiga crónica (SFC): condición crónica caracterizada por una fatiga extrema y una serie de otros síntomas neurológicos.
- Encefalomielitis equina: enfermedades transmitidas por mosquitos que afectan tanto a los equinos como a los humanos.
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Los síntomas de la encefalomielitis pueden variar dependiendo del tipo específico y la severidad de la inflamación, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Fiebre alta y escalofríos.
- Dolor de cabeza severo.
- Debilidad o parálisis.
- Convulsiones.
- Cambios en la conciencia o confusión.
- Dificultad para hablar o entender el lenguaje.
- Pérdida de la visión.
Es importante destacar que la rapidez con la que aparecen estos síntomas puede variar, y en algunos casos, pueden desarrollarse muy rápidamente y requerir atención médica inmediata.
El diagnóstico puede ser un proceso complejo
Los médicos utilizan una combinación de antecedentes médicos, exámenes físicos y neurológicos y pruebas diagnósticas.
Entre ellos se menciona la resonancia magnética para obtener imágenes detalladas del cerebro y la médula espinal; análisis de sangre para identificar signos de infección o marcadores autoinmunitarios y punción lumbar (punción espinal) para analizar el líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal.
El tratamiento depende de la causa subyacente
- Medicamentos antivirales si una infección viral es la causa.
- Corticosteroides para reducir la inflamación.
- Terapia con inmunoglobulina o plasmaféresis en casos de origen autoinmunitario.
- Tratamiento sintomático, que incluye medicación para controlar la fiebre, las convulsiones y el dolor.
Prevención
Dado que las causas de la encefalomielitis son diversas, las estrategias de prevención también varían. Pueden incluir desde la vacunación contra ciertos virus hasta evitar picaduras de mosquitos en áreas donde las encefalomielitis equinas son comunes.
El manejo de la afección es igualmente complejo y puede requerir un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, terapeutas, enfermeros y trabajadores sociales para tratar no solo los aspectos físicos de la enfermedad, sino también el impacto emocional y social que puede tener en los pacientes y sus familias.