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Julián Báez, director de la Oficina Regional para las Américas de la Organización Meteorológica Mundial, conversó en ABC Cardinal con respecto al fenómeno El Niño y las consecuencias para la producción agrícola, señalando que el panorama no es alentador.
“Estamos con un evento de El Niño moderado a fuerte, el cual tiene implicancias no solamente en el Paraguay, sino también en toda la región de Sudamérica y Centroamérica y en algunas otras regiones del mundo”, dijo.
“En el caso particular del Paraguay esto se ve influenciado por mucha mayor cantidad de lluvias en la temporada de verano. Probablemente, en un evento de El Niño fuerte hay como un respiro en enero y comienza de nuevo en febrero”, indicó también.
“Las predicciones climáticas de la semana pasada indican que las precipitaciones seguirán siendo abundantes en la Región Oriental, especialmente en el centro y sur de la Región Oriental. Situación opuesta se ve en el oeste del Chaco”, agregó.
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El Niño: ¿cómo afectará a la agricultura?
El director señaló que la combinación de calor y humedad es la que genera lluvias muy fuertes e intensas, de mucho volumen en muy poco tiempo. “Eso no es bueno para la agricultura, no es bueno para el suelo y menos para suelos abiertos, es decir sin bosques. Aumenta mucho la erosión y tiene sus consecuencias”, dijo.
Con respecto al origen de estas condiciones, con esta intensidad, así como los extremos de calor, probablemente tienen que ver con el cambio climático y los gases de efecto invernadero, aseguró el experto.
Agregó que este tipo de condiciones podrían acompañarnos hasta el mes de mayo.
“El planeta es como un ser vivo también y está en un equilibrio y cuando ese equilibrio se rompe se manifiesta”, dijo, señalando que esa analogía es correcta.
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