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La situación en el Chaco se complica con la falta de agua, la ayuda que no llega a todas las comunidades, el calor extremo y la falta de funcionamiento del acueducto, que “nunca funcionó en su totalidad”, según el gobernador de Boquerón.
Tanto la Essap como la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) asisten a varias zonas del Chaco; sin embargo, las localidades más alejadas aún necesitan mayor ayuda.
Harold Bergen, gobernador de Boquerón, sostuvo que hasta ahora están paliando las necesidades básicas en la zona, que en esta época están acostumbrados a utilizar lo mínimo de agua, de acuerdo a la disponibilidad. “Tenemos comunidades que se encuentran a 200 kilómetros de la capital departamental que están recibiendo agua”, apuntó.
Acueducto en el Chaco
El acueducto que debía haber llevado agua desde Puerto Cazado hasta Loma Plata, para que desde ese punto se pueda repartir el vital líquido a todas las comunidades, proveyó agua a Loma Plata desde el 2020 hasta septiembre del 2022, comentó.
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“Nos ayudó mucho en los años de mucha sequía, pero ahora falta que vuelva a funcionar porque nunca funcionó en su totalidad, en la cantidad que estaba prevista. Siempre trabajó a medias”, especificó.
Agregó que el acueducto “nació mal” en el 2012, cuando Fernando Lugo era presidente. Por la forma en que se dejó la obra, los caños, “era difícil creer que iba a funcionar”.
El problema se encuentra en la cañería, por falta de mantenimiento, ya que el bombeo funciona, manifestó.
“Desde que el Ministerio de Obras entregó el acueducto a la Essap se comenzó a complicar y dejó de funcionar en septiembre del 2022″, detalló.
Las desalinizadoras nunca funcionaron
El acueducto tuvo una inversión de unos US$ 130 millones pero ya no está en funcionamiento, así como las desalinizadoras que fueron instaladas en el gobierno de Fernando Lugo “que nunca funcionaron; para la inauguración trajeron agua”, explicó.
El gobernador pidió más fuentes de agua porque no se puede depender de una sola y solicitó también la reparación del acueducto, así como más reservorios de agua.
“Tenemos que preguntarnos cuánto nos cuesta no hacer o hacer mal (el acueducto), porque estamos trayendo agua de Asunción y el costo es muy alto. Me marean los números”, reflexionó.