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Trece viviendas quedaron destruidas por el tornado; de algunas solamente quedaron escombros. Las familias que literalmente están sin techo urgen ayuda de instituciones del Estado para poder erigir de nuevo sus casas. La habitante de una de las viviendas falleció y otros tres afectados se encuentran con heridas y golpes. La víctima fatal fue identificada como Francisca Quiñónez Flor (84).
La mujer fue trasladada por bomberos voluntarios al Centro de Salud de Caraguatay, de donde fue derivada al Hospital Regional de Caacupé, donde falleció debido al politraumatismo ocasionado por su casa al caérsele encima.
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Los heridos fueron identificados como Aurelia Ortigoza (85), que también recibió asistencia en el Centro de Salud de Caraguatay y luego trasladada al Hospital Regional de Caacupé. Tuvo una fractura en el brazo derecho.
Augusto Ríos (90) también fue atendido en el centro asistencial de Caraguatay y luego fue llevado al hospital de Caacupé. Tuvo fractura del brazo derecho.
El tercer herido es un niño de 12 años de edad que recibió auxilio en el Centro de Salud de Caraguatay. Tuvo un corte en la cabeza.
“...Me salvé de milagro”
Los pobladores de la compañía Santa Lucía relataron los momentos de terror que les tocó experimentar cuando aproximadamente a las 16:30 un tornado arrasó la comunidad.
Narciso Medina López rememoró que alrededor de las 16:30 empezó a soplar el fuerte viento y que pudo observar la masa negra con forma de tornado que se desplazaba rápidamente.
“Cuando vi ese tornado entré rápido a mi casa a llavearme y luego se cayó todo encima de mí, y quedé atrapado bajo los escombros”, recordó.
Medina López señaló que no sabe cómo logró salir de entre los escombros para ir al centro de la ciudad en busca de ayuda.
“Solo tuve un golpe en la espalda, no sé cómo sigo con vida. Me salvé de milagro”, expresó el lugareño.
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Saturnina Medina López, hermana de Narciso, dijo que por primera vez vio un temporal de esa magnitud en la zona.
“Siempre llovió fuerte en nuestra ciudad, pero nunca habíamos visto tantas casas derrumbadas...”, enfatizó.
Lamentó la situación que les toca experimentar, más aún porque su familia es de escasos recursos económicos. Volver a construir una casa será muy difícil, dijo.
Pidió que las autoridades apoyen a las familias para que puedan reconstruir sus casas y sus vidas.
Y Esperanza Mercedes Castillo refirió que a partir de las 16:00 del sábado empezó a cambiar el tiempo y en el cielo se vio un remolino negro que hizo volar todo a su paso. En los alrededores de su casa hay cuatro viviendas derrumbadas, además de un automóvil que fue elevado por los aires y luego quedó atrapado entre árboles echados por el tornado.
Comentó que en el momento en que cayó su casa, ella y su madre de 107 años de edad estaban en el patio.
“Esto es obra del Señor. Estamos vivas gracias a Él”, expresó Castillo como señal de que a pesar de la tragedia que asoló a la comunidad no pierden la fe y la esperanza.
Lo que más necesita su familia es techo bajo el cual dormir, porque ella y su madre no tienen dónde quedarse. La longeva mujer requiere de cuidados especiales acordes a su edad.
Toda la zona quedó sin suministro de energía eléctrica y de agua potable.