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El polémico material del plan “12 Ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en la familia” se está utilizando en 5 instituciones educativas del país, pero “todavía no es un programa oficial”, sostiene el ministro de Educación, Luis Ramírez, quien asegura que se trata de una etapa experimental de socialización; sin embargo, la resolución 933 del MEC señala que fue aprobado su uso.
“Estamos haciendo un proceso”, sostiene Ramírez y explica que primeramente se realizó una adecuación curricular sobre los temas, para verificar si son adecuados para cada edad; se realizaron sugerencias y para poder implementarlo se debe tener una experiencia.
¿En qué consiste la experiencia?
- Bajar a territorio
- Trabajar con colegios de distintos niveles, rurales y urbanos
- Sacar conclusiones de cómo llevar adelante un programa
Agrega que se deben basar en evidencias y evaluación científica para la implementación del programa en la totalidad de las instituciones públicas, así como sus formas y sus tiempos.
Manual para familia de la autora ecuatoriana María Judith Turriaga
El ministro explica que el material de la autora ecuatoriana tiene varias vertientes. “Está el manual original que se usa en varios colegios privados que lo adoptaron”, señaló.
Agrega que existe un manual que tiene que ver con la formación de los padres, ya que desde el MEC detectaron que en ningún sitio, ni siquiera en las casas, se habla de educación sexual, según el titular de la mencionada cartera de Estado.
“Los padres tienen que entender qué material van a recibir sus hijos y cómo puede acompañar el proceso. En este caso particular, lo que se hace es una socialización”, sostiene.
El material denominado “12 Ciencias” es la mirada sobre el desarrollo de la afectividad y la sexualidad, explica.
Todavía no es un programa oficial, asegura el MEC
Luis Ramírez asegura que aún no se trata de un programa oficial, pero que sí se está socializando con los padres.
“Es para que ellos sepan en qué consiste el proceso, las etapas, de qué se habla en el proyecto y el esquema de trabajo, de manera que los padres puedan acompañar”, sostiene.
También manifiesta que todo material que será utilizado en la educación pública en Paraguay debe ser readecuado a la realidad y, sobre todo, la Constitución Nacional.
“Se enseña la educación de la sexualidad desprovista de la afectividad, entonces hay un hombre, hombre en el sentido varón-mujer, que es solo cuerpo, o hay un hombre que tiene un cuerpo que es la consecuencia de sus afectos y que el cuerpo es el lugar en donde se constituye y se desarrolla”, manifiesta.
Ramírez también indicó que la fase experimental comenzó en agosto e irá hasta noviembre de este año, que también tendrá su fase de bajada a territorio, donde se tiene tres grupos de aprendizajes grandes, que son los padres, maestros y alumnos.
El resultado de esta primera fase recoge la retroalimentación de los técnicos que están haciendo el proceso, luego se realizan las sugerencias, para posteriormente realizar la adaptación para una propuesta final.
Luego de la propuesta final, el equipo técnico del Ministerio de Educación es el encargo de aprobarlo o no.
Para este proceso también tiene participación una mesa de padres, donde cuentan con los materiales, que deben conocer para realizar sugerencias.
Este programa, luego de pasar por todas las etapas y si es aprobado, podría ser implementado a mediados del año que viene, indicó Luis Ramírez.
Ministerio de Educación aprobó en junio el uso de “12 Ciencias”
A través de la resolución 933 del Ministerio de Educación, se aprobó el pasado 23 de junio “el uso de los materiales educativos denominados ‘12 Ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en la escuela’, presentados por la Editorial Versus, en contexto de formación académica en los niveles de Educación Inicial, Escolar Básica y Educación Media”, firmada por el exministro Nicolás Zárate.
El documento señala en su parte conclusiva que “reconoce el aporte educativo que ofrecerán los materiales ‘12 Ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad’. Alega que dichos textos pueden constituir un recurso educativo que apoye la labor de los padres, tutores y docentes a favor de la formación integral de los hijos y los estudiantes. Asimismo, recomienda la aprobación de los mismos para su uso en contextos de formación académica en los niveles de Educación lnicial, Educación Escolar Básica y Educación Media”.
