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La ingeniera Alana Tomen realizó recorridos por varias zonas productivas del país y confirmó que todo indica que la presencia de enfermedades en soja será mucho mayor en esta campaña 2023-2024. “Es extremadamente preocupante esta ola de calor, seguida de lluvias, es ideal para cocinar las semillas en el suelo. Por lo tanto, considero que no es el mejor momento para sembrar. Van a tener lluvias de nuevo, y ahí sí podrán sembrar con más tranquilidad”, señaló.
Proteger potencial de la planta
Con respecto a la presión de enfermedades la experta mencionó: “Existen hechos que garantizan que la incidencia será mucho mayor en relación con las últimas tres o cuatro zafras. La baja latitud en las zonas productivas de Paraguay acorta la diferencia térmica entre el día y la noche y eso favorece a las enfermedades. Muchos productores están apostando a variedades de soja con altísimo potencial de rendimiento, pero ese potencial se debe proteger controlando las enfermedades con tiempo”.
Preocupa agresividad de la roya
“Estoy extremadamente preocupada por la roya. Confieso que en los últimos años la preocupación fue menor, pero este año hay buenos motivos para prepararse para esta enfermedad. El 12 de septiembre, cuando ni siquiera se había iniciado la campaña en Brasil, ya se detectaron seis focos de la roya en el estado de Río Grande del Sur. Eso no es común, no es normal y no es bueno”, expresó la profesional que fue invitada por Summit Agro del Grupo Sumitomo Corporation para realizar el recorrido por nuestro país.
Preventivo antes que curativo
“Tuvimos lluvias en junio, julio, agosto y nuevamente en septiembre. Con eso, dos cosas preocupan: malezas y roya. Además, recordó a los productores que el control de roya requiere aplicaciones preventivas, no curativas. De lo contrario, la eficacia del fungicida se reduce por debajo del 70%. Ante el mayor riesgo de roya, la experta recomienda incluir tebuconazol en los programas de aplicación.
Modo de acción para cada enfermedad
Tomen compartió la estrategia para controlar el complejo de enfermedades en el cultivo de soja. En primer lugar, recomendó un test de sanidad de semillas y brindar la protección contra los problemas iniciales del cultivo. Posteriormente, a partir de 20 días, el productor debe comenzar las aplicaciones en la parte aérea, en esta etapa, las principales amenazas son la mancha marrón o septoria, cercospora, mancha anillada y antracnosis, y es un óptimo momento para utilizar un triazol en esta fase. Pero es importante no dejar todo en manos del protioconazol, sino más bien variar el uso de triazoles”.
Más aplicaciones
“A partir de los 35 días, la principal preocupación es la roya. Sin embargo, el productor también debe enfocarse en la cercospora y la mancha anillada. En estas dos aplicaciones, entre los 35 días y 55 días, es donde deben concentrarse las carboxamidas y los mejores triazoles. También sugiero que en la elección del multisitio se limite al clorotalonil y el mancozeb. Y finalmente desde los 80 días, el productor tiene la última oportunidad para los fungicidas que contienen estrobilurinas. Para las aplicaciones en esta fase, recomiendo que el multisitio empleado sea clorotalonil u oxicloreto de cobre para una mejor acción”, finalizó.