Cargando...
La ambliopía, también conocida como “ojo vago” o “perezoso”, es una afección visual que afecta a niños y adultos por igual. Habitualmente, los pequeños no se percatan de que la padecen, ya que pueden no ser conscientes de que su visión es deficiente, según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS).
Sobre este mal, la Dra. Olivia Cardozo, oftalmóloga pediatra del hospital general pediátrico “Niños de Acosta Ñu,” dijo que si la ambliopía se detecta antes de los 8 años de edad, momento en que se alcanza la madurez visual, es posible revertirla.
Lea más: Exposición a pantallas podría afectar a la vista
Ambliopía: causas y detección
Esta patología puede tener varias causas:
- Estrabismo (ojos desviados)
- Vicios de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo)
- Deprivación (párpado caído, opacidad del cristalino, defectos congénitos o cataratas e incluso tumores oculares)
En todos estos casos, el cerebro tiende a eliminar la imagen borrosa en favor de la imagen más nítida, lo que puede llevar a la pérdida de visión, indica el reporte.
En caso de un diagnóstico de ambliopía, el oftalmólogo tratará la causa subyacente, que en algunos casos puede requerir cirugía, como en la aparición de tumores o cataratas.
Además, se puede recomendar parchar el ojo sano para estimular el ojo ambliope a trabajar y mejorar la visión. Sin embargo, la efectividad de este tratamiento depende de la gravedad de la afección y la prontitud del diagnóstico, señalaron.
Recomendaciones a profesionales médicos
Los bebés que no fijan la mirada a los dos meses o los niños más grandes que se acercan demasiado a los objetos, como libros o la televisión, o que presentan desviación frecuente de los ojos, deben ser evaluados por un oftalmólogo.
Con motivo del Día de la Ambliopía, el equipo de oftalmología ofreció una charla informativa a médicos y residentes en el hospital “Acosta Ñu”.
Especialistas instaron a los profesionales médicos a realizar controles visuales regulares en sus pacientes, especialmente en los niños, y a derivarlos a un oftalmólogo si es necesario para un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.