Cultora de “arte plumario” con sus 84 años dicta talleres de arte

ENCARNACIÓN. Elena de Soloaga tiene 84 años de edad, desde hace más de 40 se dedica a una modalidad de arte que se denomina “arte plumario”, consistente en “pintar” cuadros o elaborar adornos utilizando plumas reales de aves silvestres. El viernes doña Elena dictó un taller sobre la técnica a integrantes del colectivo denominado “Aty guazú” de esta ciudad, que reúne a cultores de diferentes expresiones artística.

Elena de Soloaga (84) durante el taller de arte plumario ofrecido en el Centro Social de Encarnación, en el marco de una muestra artística organizada por la organización Aty guazú.
Elena de Soloaga (84) durante el taller de arte plumario ofrecido en el Centro Social de Encarnación, en el marco de una muestra artística organizada por la organización Aty guazú.Gentileza

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El taller de arte plumario se realizó en el marco de la sexta edición de la muestra artística 2023 que realiza la organización Aty guazú, que inició el pasado viernes y finaliza mañana, en el Centro Social de Encarnación.

“El arte plumario lo no inventé yo, es un arte ancestral presente en casi todas las culturas indígenas, sostuvo la artista. La diferencia con estas prácticas antiguas es que yo no mato a los animales para quitarles las plumas”, señala en tono jocoso, al recordar que desde hace más de 40 años se dedica a recolectar plumas que encuentra en los campos, o en las ciudades y que se les caen a esos animales mantenidos como mascotas.

“Aquí (en el colectivo Aty Guazu) me llaman profesora, pero no soy ninguna profesora. Soy una autodidacta que fui aprendiendo, me fui informando, investigando libros, artículos, y aprendiendo con prueba y error en la utilización de los diferentes elementos de que se dispone”, refiere.

“Cuando inicié en el arte utilizaba cera de abejas para unir las piezas y conformar las figuras”, puntualizó. Luego la experimentación con elementos como pegamentos. Se refirió a un material muy interesante que es la masilla que se emplea en las clases de arte en las escuelas, indicó.

Doña Elena de Soloaga muestra una de sus más recientes obras. Algunos trabajos le llevan hasta dos años de tiempo, buscando plumas y elaborando la obra.
Doña Elena de Soloaga muestra una de sus más recientes obras. Algunos trabajos le llevan hasta dos años de tiempo, buscando plumas y elaborando la obra.

La artista dice dedicarse a sus obras como una suerte de “terapia” ocupacional, atendiendo a que no vive de la venta de sus obras. En algunos casos le lleva hasta dos años terminar un cuadro, debido a que el material empleado proviene de plumas que encuentra al azar, en sus recorridos.

Cuando teníamos un campo, en la ciudad de General Delgado (oeste del departamento de Itapúa) recorría y juntaba plumas de distintos tipos de aves; garzas, loros, lechuzas, comenta la artista. Cuando vendimos el lugar me quedé sin esa posibilidad, comenta. Doña Elena es viuda de un conocido y antiguo dirigente político liberal, don José “Pepe” Soloaga, fallecido hace unos años.

En mi permanente búsqueda de esos elementos para desarrollar mis obras descubrí una buena fuente de provisión de materia prima en el zoológico “Juan XXIII”, sostiene la artista. Armada de paciencia, mientras disfruta de un paseo admirando a los animales, doña Elena recoge todo tipo de plumas que empleará posteriormente para elaborar sus atractivos cuadros.

Deolinda Bordón, artista integrante del colectivo Aty Guazú, con una de sus obras expuestas en la muestra que desarrolla en el Centro Social de Encarnación, y culmina mañana.
Deolinda Bordón, artista integrante del colectivo Aty Guazú, con una de sus obras expuestas en la muestra que desarrolla en el Centro Social de Encarnación, y que culmina mañana.

Muestra habilitada hasta mañana

Esta sexta muestra que organiza Aty Guazú, en lo que va del año, reúne trabajos de pintura, fotografías e instalaciones de varios artistas locales reunidos en la organización que propone la difusión del arte en sus más variadas expresiones, sea la pintura, fotografía, la música, y el teatro.

El acceso es libre y gratuito, y se desarrolla en el salón principal del Centro Social, ubicado sobre la calle Mcal. Estigarribia esquina Jorge Memmel.

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