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Según los datos de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) la cosecha de trigo en 2018 fue de 1.261.000 toneladas, en el 2019 fue de 1.100.000 toneladas, en el 2020 fue de 1.012.213 toneladas, en el 2021 fue de 980.235 toneladas, en el 2022 fue de 850.00 toneladas; y en este 2023 la cosecha fue de entre 700.000 y 890.000 toneladas, con una merma estimada en cerca de 500.000 toneladas.
Al respecto, el representante de la Cámara Paraguaya de Molineros (Capamol), Johnny Hildebrand confirmó que la producción de trigo registró este año otra fuerte merma en los rendimiento, debido a las condiciones climáticas perjudiciales a lo largo del periodo de desarrollo del cultivo, pero alcanzará para cubrir la demanda del mercado interno.
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“Este año el cultivo de trigo sufrió ataques de enfermedades, principalmente el mal que se conoce como Brusone, que hizo que las espigas no terminen de llenarse del todo con granos, lo cual afecto en el rendimiento”, explicó Hildebrand.
Las estimaciones del gremio Capamol señalan que este año la cosecha de granos del cereal fue un poco más de 700.000 toneladas, unas 500.000 toneladas menos de lo previsto. Sin embargo, la estimación preliminar de Capeco indica que este año la cosecha fue de 893.000 toneladas, sobre unas 470.000 hectáreas, con una media 1.900 kilogramos por hectárea.
Respecto a la calidad, Hildebrand destacó que en general, la calidad del trigo 2023, en términos de gluten y falling number está bién en la mayoría de la producción, lo cual hace suponer que vamos a tener mejor calidad de harina para la panificación, en comparación con la cosecha del año pasado.
En sentido contrario, el PH del Trigo este año es menor que la cosecha pasada, lo cual hace que el rendimiento industrial, es decir la extracción de harina, va ser más bajo.
Por otro lado, el asesor agrícola de la Capeco, Ing. Agr. Luis Enrique Cubilla, también reportó que este año fue malo para el trigo, con una fuerte disminución de los rendimientos.
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Cubilla comentó que durante la última etapa de los cultivos realizó recorridos por diversos puntos del país y confirmó que la situación no era buena.
“Con los días cambiantes que se tuvo n cuanto al clima cambiante, jornadas calurosas, lluvias repentinas, alta humedad en el ambiente y otros factores, generaron las condiciones propicias para la aparición y diseminación de la enfermedad piricularia, también conocida como brusone”, explicó. Refirió que encontró parcelas con muy bajo rendimiento de 1.000 kg/Ha y la expectativa era llegar a 2.300 Kg./Ha.