Guerra del Chaco: Escuelas paraguayas siguieron abiertas durante la contienda

Las escuelas paraguayas siguieron abiertas durante la Guerra del Chaco, aunque disminuyó la matrícula considerablemente, asevera el historiador David Velázquez, actual viceministro de Culto. En los años de la contienda con Bolivia, entre 1.932 y 1.935, también se crearon mecanismos para llegar con útiles hasta los alumnos que no podían asistir a clases. El viernes se celebró la Batalla de Boquerón.

Alumna dedica una canción a los soldados que están a punto de partir para el Chaco, en el Colegio Nacional de Guerra, ubicado en lo que hoy es la parte antigua del Parlamento Nacional.
Alumna dedica una canción a los soldados que están a punto de partir para el Chaco, en el Colegio Nacional de Guerra, ubicado en lo que hoy es la parte antigua del Parlamento Nacional.gentileza

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Las escuelas paraguayas, en su amplia mayoría siguieron abiertas, no fueron clausuradas durante la Guerra del Chaco, con Bolivia, ocurrida entre 1.932 y 1.935. Las instituciones educativas que fueron cerradas, lo hicieron temporalmente, destaca el investigador y actual viceministro de Culto, David Velázquez Seiferheld, quien prepara un libro al respecto.

A las escuelas se les dio uso de hospitales de sangre y centros de acantonamiento de tropas, como ocurrió desde la Batalla de Boquerón, que se recordó este viernes, como cada 29 de septiembre desde 1.932.

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“Muy pocas, en su mayoría de zonas rurales, sufrieron clausura porque sus directores y maestros fueron movilizados o reclutados”, explica el viceministro.

Se dieron igualmente casos de alumnos que se vieron obligados a dejar la escuela, debido a que sus padres fueron movilizados o reclutados. Salieron de las aulas porque tuvieron que trabajar en los campos de cultivo, en hogares rurales.

Guerra del Chaco: enviaban “cajas escolares” a los alumnos que no podían ir a clases

Para estos casos, Velázquez Seiferheld cuenta que desde los centros educativos se crearon mecanismos como las cajas escolares y comisiones de solidaridad, para tratar de evitar, en lo posible, la exclusión de niños y niñas.

Las comisiones dotaron de útiles escolares y uniformes. En otros casos, contribuciones económicas directas. Si bien los establecimientos permanecieron en su mayoría abiertos, se nota una caída de la matrícula durante los años de batalla.

Contratapa de un cuaderno escolar de la época, donde se exaltaban valores nacionales.
Contratapa de un cuaderno escolar de la época, donde se exaltaban valores nacionales.

Guerra del Chaco: Hubo menos docentes varones

El viceministro de Culto apunta que la cantidad de alumnos matriculados en 1.931, antes de la guerra, era de 108.741, según datos de la Dirección General de Escuelas de ese entonces. Al año siguiente se registraron 104.994. Para 1.934 eran 91.941 los estudiantes matriculados.

En cuanto a docentes, se nota una disminución mayor de profesores varones en las escuelas desde 1.932. En 1.931 se contaba a 499 educadores hombres; en 1.935 solo registraron a 179. La cantidad de profesoras solo descendió entre 1.932 y 1.933, cuando las instituciones contaban con 1.787 maestras. En 1.934, había 1.839 docentes mujeres.

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Durante el conflicto bélico se creó un Instituto de Artes y Oficios, que se materializó después, durante el gobierno de Rafael Franco. Estaba destinado tanto a excombatientes como a los hijos de combatientes caídos o que quedaron con discapacidad.

Docentes excombatientes tardaron en retomar su profesión de magisterio, debido a la poca paga que percibían como tales. Sabemos que hubo quienes optaron por desempeñar otros oficios, y retornar años después a la docencia, pero no sabemos exactamente cuántos, detalla Velázquez.

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