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El agrandamiento de pene se instaló como tema en la opinión pública luego de que Ester Olveira, una de las polémicas “doctoras Barbie”, haya promocionado en sus redes sobre una nueva intervención no quirúrgica en el miembro reproductivo masculino.
Se trata del “relleno de pene”, que consiste en aumentar el grosor mediante la inyección de la sustancia de moda en los procedimientos estéticos: el ácido hialurónico.
El presidente de la Sociedad Paraguaya de Urología (SPU), doctor Gustavo Codas, señaló que los procedimientos estéticos en el pene no son recomendables y que, en su mayoría, no tienen un resultado satisfactorio. Además, estos son riesgosos y pueden -incluso- derivar en la amputación parcial del miembro.
El médico, asimismo, resaltó que uno de cada 100 pacientes que acuden a su consultorio porque piensan que tienen el pene pequeño padece realmente de dicha patología. Agregó que los hombres creen que su miembro es chico porque tienen una idea distorsionada, principalmente a causa de la pornografía.
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¿Por qué los hombres quieren agrandarse el pene?
El machismo cultural, la baja autoestima y la pornografía influyen en los hombres que deciden someterse a una cirugía o intervención no quirúrgica para agrandarse el pene, a pesar de los riesgos que ello implica, según considera el psicólogo Osvaldo González.
Explicó que el machismo hace pensar al hombre paraguayo que su valor depende del tamaño de su pene, cómo se desempeña en las relaciones sexuales o en la cantidad de mujeres con las que se relaciona.
“Muchos hombres definen su hombría o valor como persona en relación al largor de su pene. Eso tiene que ver con el machismo, que hace una competencia entre hombres por quién tiene más grande o quién es mejor en las relaciones sexuales. Es lo mismo en cuanto a esa idea de que el hombre con más mujeres es al que hay que admirar. Es una falta de autoestima y de una definición errada de lo que es ser hombre”, subrayó.
Baja autoestima en hombres
En relación al autoestima baja, señaló que es un factor que influye en los hombres ya que está condicionado por ideas que son falsas, las cuales son generadas por el machismo cultural.
“El autoestima es cómo yo defino mi valor. Y el autoestima desde el machismo es que el más hombre es aquel está con más mujeres, quien tiene más fuerza, quien tiene el pene más grande. Los que buscan agrandarse es porque se basan en una idea falsa del valor de que lo es ser hombre, que es el rendimiento en la cama. Estos suponen que agrandando su pene van a ser más hombre o que así van a tener más valor como hombre”, dijo.
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“Pensar que mi valor como persona depende del tamaño del pene tiene que ver con algo cultural que es el machismo. No se puede separar lo psicológico de lo cultural. Lo psicológico es cómo yo me veo como hombre, cómo me pongo valor como hombre, y por cómo yo entiendo que tiene que ser un hombre de verdad según la cultura y eso hace que los hombres deban recurrir a este tipo de procedimientos”, acotó.
Los daños de la pornografía
El psicólogo también resaltó que la pornografía es otro factor influyente, considerando el daño y la distorsión que tienen en el hombre sobre cómo debe ser el tamaño de un pene, o cómo debe ser su rendimiento en las relaciones sexuales.
“En la pornografía hay hombres que tienen medio metro de pene y que duran horas en las relaciones sexual, eso es totalmente distorsionado porque la realidad del sexo no es así, pues los tamaños son variados, un hombre no dura tanto o no puede estar teniendo relaciones con cinco mujeres a la vez”, manifestó.
“La pornografía en sí es muy dañina para los hombres, mujeres y las parejas porque los hombres piensan que eso es tener relaciones sexuales. La pornografía es una industria hecha desde el machismo porque se centra en el placer del varón. Acá en Paraguay los hombres crecen viendo pornografía y cada vez desde una edad más temprana”, añadió.
Cambio cultural y educación integral
El profesional señaló que se debe buscar ejecutar un cambio cultural para que los hombres dejen de tener la idea distorsionada sobre el tamaño del pene.
Planteó como una de las soluciones la educación de igualdad con un enfoque integral. “La idea de hombría que se basa en tener el pene grande o estar con muchas mujeres es una cuestión de educación. No es solo una educación sexual, sino más profunda hacia la igualdad, ya que nuestra cultura aún es muy machista”, manifestó.
Refirió, asimismo, que la psicología puede ayudar a un caso particular, con la aplicación de terapia o talleres, pero afirmó que para que el cambio sea de la sociedad se debe dar una educación con enfoque integral.
“En la psicología nosotros tenemos talleres sobre nueva masculinidad donde se le enseña a los hombres que hay muchas formas de demostrar su hombría y que no pasa por la cantidad de mujeres con las que se relaciona o por el tamaño del pene. La educación es prioritaria con un enfoque integral, porque la psicología trabaja solo en una parte, pero si no se cambia lo cultural, que es la base, es muy difícil que haya cambios profundos”, acotó.
Comentó que tuvo pacientes que acudieron a su consultorio y que manifestaban no querer tener relaciones sexuales por creer que tienen el pene pequeño o por considerarse eyaculadores precoces.
Antes de agrandarse el pene, acudir a un psicólogo
González, por último, recomendó a los hombres que buscan agrandarse el pene que acudan antes a un profesional de la psicología.
“Los que quieran agrandarse deben acudir primero a un psicólogo para hablar sobre el tema para que pueda reflexionar. Al final es su cuerpo, pero si va a decir realizarse, que se dé el tiempo para analizar las razones con un profesional, para que piense si quiere realmente eso, si tiene una idea distorsionada o es parte de una presión social. También para evaluar los riesgos. Si luego quiere hacerse, que lo haga de manera consciente y razonada”, expresó.
Mencionó que en países donde se aprueba el cambio de sexo en las personas se exige a los usuarios a acudir antes con un psicólogo para analizar la decisión.