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Con un pequeño acto desarrollado frente a la Gobernación de Ñeembucú, autoridades departamentales, militares, policiales, alumnos y docentes de varias instituciones educativas recordaron los 157 años de la victoria en la batalla de Curupayty, ocurrida el 22 de septiembre del año 1866.
La actividad arrancó con el canto del Himno Nacional e izamiento del Pabellón Nacional y luego la solista de canto Lucía Silva interpretó la canción “Mi patria soñada”, declarada como himno departamental de Ñeembucú, escrita por el vate pilarense Carlos Miguel Jiménez. Posteriormente, se realizó el toque de clarín en homenaje a los caídos durante la batalla de Curupayty, a cargo la Policía Nacional.
El capitán de Caballería Miguel Giménez Acosta hizo una reseña histórica de lo acontecido en aquella batalla donde salió airoso el Ejército paraguayo al mando del Gral. José Eduvigis Díaz.
“Necesariamente debemos remontarnos a los antecedentes de esta batalla, tras el revés ofensivo en la campaña de Corrientes, el Ejército paraguayo se estableció en territorio nacional adoptando una actitud defensiva, con esto se inició la campaña defensiva conocida como la Campaña de Humaitá y, en ese contexto, el 31 de enero de 1866 se libra la batalla de Corrales, que tuvo una destacada actuación”, recordó.
Agregó que posteriormente siguió la batalla de Estero Bellaco, librada el 2 de mayo del mismo año, ataque conducido por el Gral. Eduvigis Díaz, obteniendo una gran victoria, señaló.
El capitán Miguel Giménez Acosta fue detallando cronológicamente todas las batallas hasta llegar al 22 de septiembre, día en que se libró la batalla de Curupayty.
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Curupayty: la batalla más emblemática
“La batalla más emblemática es la de Curupayty, el 8 de septiembre de 1866, el Mcal. Francisco Solano López, reunió a los jefes superiores para considerar el plano de defensa de Curupayty que había presentado el Cnel. Francisco Wisner; todos aprobaron menos el Gral. Eduvigis Díaz”, explicó.
Añadió que el Gral. Díaz lo combatió enérgicamente diciendo; “Oi porante kuatia ari pero peicha ja mopu´a ramo la ñande trinchera nda ja jokoi chene a los Kamba (está bien sobre los papeles, pero si levantamos así la trinchera no le atajaremos a los Camba, en directa alusión a las tropas brasileñas)”, indicó el militar.
Añadió que “el Mcal. López hizo prevalecer la opinión del Gral Díaz, pues confiaba ciegamente en él: es decir, confió más en la inspiración de aquel modesto soldado que en las combinaciones de la ciencia del ingeniero Wisner. En la tarde de ese mismo día se inició la construcción de las trincheras y 5 mil hombres fueron destinados para la construcción y defensa de Curupayty”, resaltó.
“El Gral. Díaz dividió en tres grupos y los trabajos se realizaron durante 24 horas del día . Fueron 2.200 metros de trinchera construidas estratégicamente entre dos obstáculos de bulto: el río Paraguay y la Laguna Méndez”, indicó.
El militar manifestó que el 22 de setiembre, a las 7:30 de la mañana, 27 embarcaciones con 101 bocas de fuegos iniciaron el bombardeo. “Fueron cinco horas de intensos fuegos, más de 5 mil granadas de artillería lanzadas sobre nuestra posición, a las 12;30, incendiaron sus cañones las escuadras al toque de un clarín bajo las órdenes del Gral. Bartolomé Mitre, las columnas aliadas iniciaron el ataque”, recordó.
El capitán de Caballería Miguel Giménez Acosta relató que el Gral. Bartolomé Mitre dijo “esto sería solo un paseo”. Mientras tanto, el Gral. Díaz se mantuvo en el silencio y dejó que el enemigo avanzara sin ser molestado hasta ponerse al alcance de los fusiles y solo entonces con un toque de clarín dio la señal para repeler al invasor con 49 piezas de artillería y cinco mil fusiles que tronaron al unísono”.
Finalmente, el militar recordó que “el Gral. José Eduvigis Díaz, montando sobre su alazán, recorrió al galope sus trincheras arengando a sus tropas. Los aliados embistieron varias veces nuestras trincheras, pero Curupayty era impenetrable. Siendo las 17:00, el general Bartolomé Mitre ordena la retirada, el trompa Cándido Silva ejecuta el toque de victoria. La victoria de Curupayty tuvo una gran repercusión en el campo militar”, finalizó.