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Con 28 votos a favor y 7 en contra fue aprobado ayer sobre tablas el proyecto de ley “De los Créditos de Carbono, en el marco de denuncias de irregularidades de procedimiento hechas por varios senadores, principalmente acera de que el texto analizado no coincidía con el que fue entregado a los legisladores para su análisis, según se denunció durante el mismo debate.
Pero a pesar de ese convincente argumento y de varios otros, muy racionalmente presentados por algunos parlamentarios, entre ellos Celeste Amarilla, Kattya González, Rafael Filizzola, Esperanza Martínez, Eduardo Nakayama, entre otros. Los mismos solicitaron el aplazamiento, por 8 días, por 15 días o por 30 días, para un mejor análisis, considerando la importancia de la normativa y sus posibles implicancias negativas sobre aspectos relevantes como la reforma agraria, la confidencialidad, el lavado de activos, etc.
Durante la plenaria llamó la atención la “participación” del ministro del Poder Ejecutivo Rolando de Barros Barreto, del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien aparentemente estuvo en la sala técnica, ayudando en las modificaciones del texto del proyecto en el momento en que era analizado, lo que fue considerado una intromisión del Ejecutivo en el Legislativo.
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Esta irregularidad fue demostrada porque al ser proyectado en pantalla frente a los legisladores para su estudio en particular, los artículos no coincidían tal como denunciaron varios senadores, principalmente, Esperanza Martínez y Rafael Filizzola, quienes se retiraron de la sesión para no participar en lo que consideraron una payasada.
Créditos de carbono: cuestionaron celeridad del tratamiento y la aprobación
La senadora Celeste Amarilla cuestionó y preguntó cuál era el apuro, porque pareciera que habría empresas importantes que están esperando la norma y que ya habrían pagado por su rápida aprobación.
Por su parte, la senadora Blanca Ovelar, en más de una oportunidad dijo que el artículo 7 de la norma representaba una “traición al pueblo”, porque blindaría (impediría) de ser expropiadas a favor de la reforma agraria grandes extensiones de tierra.
Ninguno de los senadores estuvo directamente en contra del proyecto de ley, solo se pidió la postergación, pero la aplanadora de la ANR no retrocedió y solo se logró que en el análisis, artículo por artículo, Kemper asintiera algunas modificaciones que se hizo en el articulado, que no estaba en el texto “original”.
Diferentes legisladores destacaron la importancia de la normativa porque representará un incentivo para la conservación de los bosques, porque el propietario podrá tener un ingreso por el mismo, que será pagado por empresas “contaminantes”.