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En comunicación con ABC Cardinal este jueves, María Gloria Pereira, viceministra de Educación Básica del Ministerio de Educación y Ciencias, habló de la situación en torno a la escuela Chaco Paraguayo de Asunción, donde una madre de un niño con discapacidad motriz denuncia discriminación.
El Ministerio de Educación intervino ayer la escuela luego de las denuncias de María Elena Pereira, madre de un niño de 9 años con discapacidad motriz, y otras dos madres quienes ayer se encadenaron frente a la sede de ese ministerio, exigiendo la destitución de la encargada de despacho de la dirección de la citada institución educativa.
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La viceministra Pereira señaló que los reclamos hechos por la madre del niño de 9 años sobre la falta de adecuación en la infraestructura de la escuela para garantizar la inclusión de su hijo son válidos, pero que el contexto del reclamo revela una “situación compleja” con “conflictos institucionales de larga data” que van más allá del niño y tiene “otros matices que reflejan problemas entre adultos”.
Relató que la madre denunciante “ya tuvo conflictos con otra directora que ganó por concurso la dirección”, por un problema no relacionado a maltrato o discriminación, que resultó en que la directora pidiera un permiso arguyendo problemas de salud y se ausente del cargo, lo que llevó a la designación de la actual encargada de despacho cuya destitución exigen las madres.
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Señaló además que el conflicto tiene una connotación política, ya que la denunciante del supuesto maltrato y discriminación “estuvo manejando comunicación con actores políticos” cuya identidad la viceministra dijo desconocer.
Estado incapaz ante obligación de inclusividad
La viceministra admitió, sin embargo, que el conflicto arroja luz sobre el hecho de que el Estado no ha podido cumplir del todo con su obligación de garantizar la inclusión en la educación de niños con discapacidades y que la formación de educadores en “habilidades blandas” necesarias para trabajar con niños con discapacidades “es un problema”.
Según dijo la viceministra, la escuela está abierta a recibir al hijo de la madre denunciante, pero el menor lleva meses sin ir porque la madre “teme que vuelva el maltrato”.
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Ante esa situación, explicó, el niño recibe las tareas en su casa y el Ministerio de la Niñez ofreció los servicios de un educador especializado en trabajo con niños con discapacidades que lo acompañe con esas tareas en su casa.
“Pero (la madre) quiere que salga la directora, o no va a volver”, concluyó.