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En San Pedro de Ycuamandyyú, tras un ajustado triunfo de la mano del diputado Leonardo Saiz y del gobernador Freddy D’Ecclesiis, asumió como intendente el colorado cartista Carlos Quiñónez. Completará el mandato que dejó su correligionario también cartista Gustavo Rodríguez, actualmente imputado y denunciado por daño patrimonial de unos G. 18 mil millones, según interventores. El mismo, minutos antes de ser destituido por la Cámara Baja, había renunciado al cargo.
En su discurso tras asumir el cargo, Carlos Quiñónez, con su eslogan “para hacer historia”, sostuvo que “se necesita de cambio, virar 180 grados y hacer historia”. Agradeció el apoyo y prometió una nueva cara de San Pedro, con gestiones y apoyo del gobierno departamental y nacional.
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En medio de su discurso describió la realidad lamentable en que va a deambular. “Vengo a heredar una pesada carga financiera, en caja recibo G. 5 millones, equipos y maquinarias totalmente destruidos, equipos de oficinas obsoletos, edificio municipal que necesita urgente mantenimiento, un matadero que no está habilitado y de cuyo seno sale la carne que consumimos; una terminal de ómnibus que no está acorde, hay muchas tareas que hacer y pocos recursos”, describió.
Esta penosa realidad dejó su correligionario Gustavo Rodríguez. Quiñónez prometió cambiar y hacer historia, pero está rodeado del mismo grupo que llevó al distrito a la debacle: la secretaría general queda a cargo de Wilma Alder, que fue concejala en un periodo y en todo momento había avalado la pésima administración municipal. Los mismos ediles que apoyaban la desastrosa administración, entre ellos su hermana Mercedes Quiñónez, y gran parte del entorno de la cuestionada administración fueron apoyo de la campaña política y hoy forman parte del “equipo de trabajo” del electo intendente.
El intendente Carlos Alberto Quiñónez, de 63 años, es de profesión economista, máster en política pública y gestión de gobierno, máster en planificación estratégica y seguridad nacional, doctor en defensa y desarrollo nacional, diplomático de carrera, egresado de la Universidad de Washington en liderazgo, 29 años en la función pública y el último cargo que ocupó fue director general de administración y finanzas de la Corte Suprema de Justicia. No tuvo presencia en la lucha contra la corrupción municipal y su entorno conforma la mayoría de los imputados y procesados por la desastrosa administración municipal de su correligionario Gustavo Rodríguez.
Crisis política
Los colorados se encargan de instalar una nueva crisis en la Junta Municipal. A falta de un mes para la renovación de la mesa directiva, en forma irregular, según la oposición, destituyeron a la presidenta Lurdes Cardozo (PLRA), con una mayoría coyuntural. Por un lado, designan como presidente a Silvio Irala (ANR), mientras que la oposición recurre al Tribunal Electoral y asegura que la presidenta sigue siendo Lourdes Cardozo (PLRA). Una crisis innecesaria instalan los colorado al inicio del mandato del intendente electo.
Por otro lado, siguiendo con la crisis de los colorados, en la seccional colorada, en un tenso ambiente, piden desafiliación de varios referentes por supuestamente no acompañar la campaña política, y en redes sociales y emisoras radiales de la zona, los afiliados colorados advierten con renuncia masiva a la nucleación política si se llega a desafiliar a los dirigentes, entre ellos figura el exintendente interino Rodrigo Molinas, el concejal departamental y excandidato a la interna Agustín Mendoza, los actuales concejales Vicente Peña y Vidal Palacios, entre otros.