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Tres días pasaron desde el sábado, día en el que la familia Núñez Scolari, perdió a uno de sus pilares más fundamentales, Rodolfo -Rolo como le decían de cariño- y aunque el dolor es aún muy fuerte, su madre y una de sus hermanas, hacen un enorme esfuerzo para contar quién era él, en la esperanza de que, conociendo su historia, su muerte no quedaría impune.
Claudia Scolari, su madre, confiesa que tiene el corazón roto, solamente sostenido por el enorme cariño que le expresan todos aquellos que conocieron a su hijo, y su familia. Claudia asegura que, además de ellos, el Paraguay perdió a un joven extraordinario, que vivía apasionadamente por tres cosas: su familia, el fútbol y el servicio a los demás.
“Él lo único que desde pequeñito le pedía a los Reyes era una pelota y botines de fútbol”, cuenta su madre. Rolo tuvo una extensa formación académica, que inició a los 3 años cuando asistió a la Guardería Municipal, atendiendo a que su padre jubilado de la comuna asuncena.
Su madre cuenta que posteriormente fue al Colegio Técnico Javier, y con mucha emoción y sacrificio, logró ingresar al Colegio Técnico Nacional, una institución muy querida para toda su familia. Allí concluyó la carrera de Electrónica y apenas terminado el colegio, empezó a trabajar en una empresa del sector privado, dedicada a la electromedicina, trabajo gracias al que Rolo, se formó en Alemania.
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“Rolo” vivía para su familia, su trabajo y el fútbol
“Él es el que instala tomógrafos, y resonadores magnéticos”, dice la madre, asegurando que su pérdida es muy gran de no solo para la familia, sino también para el país, por la calidad de profesional que era su hijo.
“Yo le decía: ‘Papi, ¿vas a venir a comer?’ Y me decía: ‘No, mamá. Estoy en tal hospital. Tengo que poner a punto el tomógrafo. Hay miles de pacientes que dependen su vida de esto’”, recuerda con orgullo su madre. “Lo que más es devastador para mí es que una de las últimas veces me dijo: ‘Mamá, estoy en el Bautista. Hay un problemita, pero yo voy a resolver en un ratito y sí voy a ir a comer contigo’”, recuerda Claudia.
“Ese día me llaman al Bautista y la doctora me da una explicación, y le miro a mi hija y ella llora. Se desvaneció jugando fútbol, me dicen. Y me dice la doctora, señora, vos no estás entendiendo”, cuenta Claudia, recordando el terrible momento en el que se enteró que su hijo, el mayor, ya no volvería.
“Mi hijo no se cuánto medía, altísimo, yo soy una persona de estatura normal y él me alzaba upa”, cuenta. “El su vida era su familia, su señora y su hija de 6 años, el trabajo y el fútbol ¡Dios mío!”, recuerda contando que incluso tuvieron que tomar la decisión de priorizar el estudio antes que una carrera deportiva profesional.
“Él estaba en los “exa” (torneos de fútbol) de todos los colegios por donde pasó. Yo le decía: Dios mío, Rolo, ¿en la guardería no hay también “exa”? A todos les gusta el fútbol, pero él estaba loco por el fútbol”.
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Familia está dolida por insinuaciones de la defensa de Arrayanes
Claudia confiesa que la familia está muy dolida ante las insinuaciones de la defensa de los propietarios del complejo Arrayanes, ante la pretensión de desviar la responsabilidad de la muerte de Rolo.
“Eso que dijo el abogado, que él estaba mojado, que había pérdida pero muy poquito. Señor abogado, mi hijo no estaba en una oficina con aire acondicionado; mi hijo estaba en un partido de fútbol. Lógico que estaba mojado”, reclama.
“¿Y eso qué tiene que ver? ¿Él tenía que estar fresquito? ¿Él no tenía que tocar esa cerca? ¿Él no tenía que sudar al jugar? ¡Que no nos traten de tontos al pueblo paraguayo!”, dijo.
La madre cuenta que incluso, de no ser por los compañeros de Rolo, le hubieran hecho firmar un documento aceptando que su hijo falleció jugando y no en las circunstancias en las que se ven en los videos, materiales que, confiesa, no se animó a ver.
Esta circunstancia coincide con lo afirmado también por Ramón Núñez, uno de los tíos de Rolo, quien contó que los responsables del predio quisieron registrar la muerte como consecuencia de un paro cardíaco y que los padres firmaran a cambio de hacerse cargo de los gastos.
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“Rolo” era el que unía a su familia y sus amigos, cuenta su hermana
Jazmín, una de las hermanas de Rolo, cuenta que, como hermano mayor, era el que les ayudaba a coordinar todo en familia, el que siempre pedía fotos familiares. “Es el que nos regaló al tesoro más grande que tenemos, junto a su pareja, Montserrat, que es Ariana -su pequeña hija- y siempre estuvo para nosotros”, cuenta.
“Siempre nos decía que nos admiraba mucho a mí y a mi hermana, por toda la ayuda que brindábamos a la familia y por que el estudio fue siempre lo más importante en nuestra casa. Para él, nosotras éramos ídolas. Él siempre fue un hermano dedicado, muy independiente, eso sí, pero nunca nos abandonó.
“Mi hermano era el que nos mantenía unidos, fuertes, el que ante cualquier llamado estaba para nosotros, siempre fue la fortaleza de la casa, y ahora nos quedamos sin eso, es una pérdida irreparable”, confiesa Jazmín.
Para la familia, el soporte que encontraron en estos terribles momentos fueron justamente los amigos de “Rolo”, cuyo soporte les demostró una vez más la calidad humana de su hermano. “Rolo era una persona impecable. Él no discriminaba amistades, para él, la persona que juegue fútbol, o esté interesada en compartir de forma sana a través del deporte, era su amigo, y eso se demostró ayer”, aseguró su hermana.
“Era impresionante la cantidad de gente que llegó a darnos los pésames, a contarnos sus experiencias con Rolo. Todos hablaban de que era una persona jovial, alegre, siempre haciendo chistes para tener buena vibra entre todos”, recuerda Jazmín.
Conferencia de prensa de la familia de Rolo
La familia Núñez Scolari convocó a los medios a una conferencia de prensa en su casa para emitir un comunicado de agradecimiento a todos aquellos amigos y hasta desconocidos que los acompañaron en este momento tan duro.