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No es la primera vez que usuarios y testigos realizan denuncias relacionadas al Hospital Psiquiátrico del Paraguay. Sin embargo, es la primera vez que los reclamos cobran un tenor incluso delictivo y hasta criminal, más allá del abandono y los reclamos por la mala infraestructura.
Un usuario de la red social “X” contó todo lo que tuvo que sufrir luego de un intento de suicidio, en el 2021. Reveló que luego de que lo hallaron inconsciente lo llevaron al “Neuro”. Aseguró que en principio accedió porque quería “estar mejor”, pero estando allí se percató de que le dieron un diagnóstico errado en menos de una hora de “evaluación”.
Relató que él es estudiante de medicina y en seguida notó que era imposible llegar al diagnóstico que le dieron, más aún en ese tiempo récord, por lo cual se negó a ingresar y lo llevaron a la fuerza. “Intenté llamar a mi abogado, era mi derecho, pero me sacaron el teléfono”, contó y agregó que su expareja firmó el consentimiento en su momento.
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“Esa primera noche me llevaron a un calabozo que literalmente podemos decir que estaba pintada de cucarachas, no tenía ni letrina, medía 1,5 x 1,5 metros, frío de ‘menos cero’ garantizado. Nunca sentí tanto frío... Y un reflector de estadio estaba apuntando directamente a la camita de cemento de medio metro”, detalló sobre cuál fue su primera impresión.
Forzado a quedarse en una “celda” del Neuro, con un violador
Alex contó que luego de llegar lo sedaron y, en la mañana, lo despertaron arrojándole agua en la cara. “Más sedación, y me llevó un enfermero agarrado del cuello hasta la zona de criminales peligrosos. Tenía unas tres puertas de seguridad. Es una cárcel interna y escondida. Me pusieron con un esquizofrénico violador”, reveló.
Relató que a diario les llevaban un balde de agua para que puedan beber, pero no pudo hacerlo durante tres días porque su compañero de cuarto orinaba dentro del balde. “Ese balde de 10 litros el tomaba todo para juntar mucho orín en un tarro de lavandina, con el que me despertó por tres días, en distintos horarios, bañándome a mí y a la cama con su orín”, enfatizó.
En cuanto a la comida, señaló que cada vez que llegaba su compañero escupía en ella para quedarse con ambos platos. “Pero eso no fue lo peor. Desde el día 1, él hacía sus necesidades en la jaula y agarraba con su mano para ponerme por todo el cuerpo esas heces; desde el primer día ya se iban sumando y se quedaban costrosas por mi cuerpo. Suplicaba a los enfermeros que me dejen bañarme o me cambien de jaula. Me respondían que eso es lo que merezco”, lamentó.
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Violación en el Psiquiátrico
Según reveló, al tercer día despertó cuando su compañero de cuarto prácticamente lo estaba violando. “¿Alguien hizo algo? Nadie. Yo tuve mi primera reacción fuerte con él, amenazándole y los enfermeros fueron a hacerme dormir a mí a pesar de contarles lo ocurrido. Si después de eso me hizo algo, no recuerdo y prefiero no recordar”, detalló.
El hombre destacó que al tercer día o quizás el cuarto -no está seguro porque perdió la noción del tiempo-, lo llevaron a un pabellón limpio y ordenado, para luego obligarlo a bañarse frente a todos los enfermeros. “Para eliminar rastros de lo que viví... Ahí avisaron a mi mamá para que fuera a buscarme. Ella todos los días estuvo tranquila porque le decían que yo estaba megabien y al buscarme vio ese hermoso pabellón”, detalló.
“La celda a la que me metieron, después de un intento de suicidio, estaba llena de vidrios rotos... No te imaginás cuántas veces quise quitarme la vida estando dentro, mientras los enfermeros y guardias se burlaban y decían que merecía estar ahí”, lamentó para ABC.
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Una ola de relatos crudos en el “Neuro”
A partir de su relato, muchos otros ciudadanos empezaron a contar terribles cosas de las que fueron testigos o víctimas, dentro del mismo hospital. Un hombre contó que cuando llevó a su hermano para internarle, vio la manera en la que los pacientes gritaban desesperadamente.
“18 años de mi vida viví a media cuadra. Me consta cómo los pacientes se escapaban, pedían ayuda a gritos, y algo que comer. Se notaba que la pasaban mal, venían patrulleras y los llevaban nuevamente hasta el infierno. Lamentablemente el estado en el que se encontraban hablaba por sí mismo”, contó una usuaria de la red social X.
De la misma manera, otro ciudadano reveló que un amigo suyo estuvo internado un mes en el Neuropsiquiátrico y fue testigo de cómo violaban a los pacientes, además de humillarlos y golpearlos constantemente.
De la misma manera, otra persona contó que estuvo también un día en la misma celda de seguridad del Neuro y un enfermero abusó de ella. “Yo entré consciente y lúcida, una vez adentro me descompensé”, lamentó la mujer que prefirió enviar su testimonio anónimo por temor.
“Fue ahí mismo donde me tuvieron, me medicaron hasta la maceta y me tuvieron ahí varios días sin comer, luego vino un enfermero y me metió bajo la ducha fría así de una. Que horrible revivir todo esto”, agregó otra persona al ver la foto compartida de una de las “celdas de seguridad” dentro del Nuero.
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Más denuncias de violación: temen que haya una organización criminal instalada
En contacto con ABC, el primer paciente que se animó a realizar la denuncia de manera pública contó que recién se anima a hablar ahora, debido a que luego de ser dado de alta del Hospital Psiquiátrico tuvo que enfrentar un fuerte cuadro de estrés postraumático, ataques de pánico, paranoia y ansiedad social.
El hombre contó que está recibiendo una cantidad innumerable de testimonios de gente que pasó por situaciones exactamente iguales, la mayor parte durante la pandemia. Contó que varios de los pacientes le revelaron que fueron violados por enfermeros en horas de la noche, en complicidad con los guardias de seguridad.
“Coinciden todas las historias, algunas son muy fuertes. Y todo esto me hizo ver que tienen ya una organización criminal interna. Ellos son depredadores sexuales en ese lugar, aprovechan que la gente está enferma y hacen lo que quieren. Lo que me preocupa es que puede seguir pasando, siguen ahí muchas víctimas”, expresó el afectado.
Finalmente, señaló que no puede hacer ninguna denuncia fiscal debido a la falta de recursos, pero que lo único que espera que este nuevo Gobierno intervenga el Hospital Psiquiátrico e investigue todo lo que ocurre dentro.
Piden denuncias formales
La doctora Lilian Ovelar se encuentra como directora interina del Hospital Psiquiátrico ante la ausencia por viaje del doctor Aldo Castiglioni. En contacto con ABC Color, respondió que ya recibieron la denuncia pública y empezaron a hacer investigaciones. Contó que lo que ya tienen esclarecido es que sucedió en pandemia y están solicitando todos los informes correspondientes.
Con respecto a las demás denuncias que surgieron a partir del primer caso, pidió a las personas que hagan sus reportes de manera formal, puesto que no pueden hacer mucho si no tienen tantos datos. Agregó que sobre todo en los casos de existencia de delitos, como en el caso de las presuntas violaciones, necesitan que los pacientes contacten con Fiscalía o con la Dirección Médica del Hospital Psiquiátrico (021) 293 608.
Se comprometió a indagar todas las denuncias y aseguró que los mismos médicos tienen la obligación de recibir los reportes e iniciar denuncias. En cuanto a las falencias en infraestructura, señaló que el hospital es muy viejo y constantemente tratan de hacer algunas mejoras, pero muchas veces resultan insuficientes.
“Todas las denuncias, sean verbales o por escrita, de una persona internada o usuario, nosotros las comunciamos vía escrita a la dirección y eso se deriva para que se pueda intervenir en todas las instancias”, prometió finalmente.
Con respecto a la cantidad de usuarios, admitió que en cuanto a internaciones de pacientes crónicos están un poco sobrepasados pero acotó que existe mucha rotación constante, puesto que entran y salen con frecuencia.